Siempre que las empresas petroleras amenazan con avanzar en contra de algún derecho de los trabajadores, el gerente sindical Pereyra, aparece en escena ladrando y mostrando los colmillos como un doberman enfurecido para defender a sus cachorros del peligro. Pero esa imagen dura poco, lo suficiente para creerse que es real; y de inmediato aparece la otra imagen, la verdadera, la que lo muestra como un caniche toy, manso y servil, en la falda de sus patrones.
Esta vez no fue la excepción, pero de tan repetida, no solo no es creíble, sino que además aburre.
La CEOPE (Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales) envió al Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Rio Negro, Neuquén y La Pampa, la propuesta de pagar a sus empleados mientras dure la crisis, una suma equivalente al 50% del salario básico, la misma sería no remunerativa para los que no estuvieran cumpliendo ninguna función. Además, informaron que estaban tramitando ante el Ministerio de Trabajo de la Nación, un procedimiento preventivo de crisis que habilitaría a las empresas a disponer suspensiones sin remuneración alguna.
La respuesta del sindicato a través de Pereyra, fue por medio de un mensaje de Whatsapp. En principio, el jerarca sindical rechazaba tal posibilidad con el argumento de que las empresas habrían incumplido lo que establecen las leyes al respecto; y sin mediar ningún motivo aparente, se produjo la metamorfosis, y el doberman trocó en caniche, porque a continuación, dejó abierta la puerta a una negociación, a condición de que en la misma participen las cámaras empresarias, los sindicatos del sector, el gobierno nacional y el de Neuquén, por ser este el propietario de las áreas concesionadas.
De acuerdo a información publicada en el portal milpatagonias.com, Pereyra y las petroleras, habrían acordado finalmente, el pago de un porcentaje que va del 70 al 75% del salario, y que el mismo sería no remunerativo para evitar que las empresas paguen los aportes patronales.
Con el argumento falaz que los monopolios petroleros tenían pérdidas por la baja del precio internacional del petróleo, primero se suspendieron las paritarias, y ahora, se va a rebajar el salario. Pero las empresas no se van a detener ahí: van por todo, por los derechos conquistados durante décadas con el sacrificio de quienes nos precedieron en la lucha, y para ello están aliados con el gobierno y los sindicatos.
Desde el PRT sostenemos que la crisis económica y política por la que atraviesa la clase burguesa, es consecuencia de una crisis de sobreproducción de mercancías y sobreacumulación de capitales.
Para sobrevivir como clase dominante y sostener el sistema capitalista, los monopolios tienen la necesidad imperiosa de destruir ese excedente, y la actual pandemia del COVID-19, sea cual fuese su origen, les cayó como anillo al dedo para lograrlo.
En ese contexto, a los trabajadores y trabajadoras del petróleo de la región, nos queda un sólo camino para evitar la desocupación, la explotación y la miseria a la que los quieren llevar. Auto organizarnos democráticamente en asambleas, por fuera de las putrefactas estructuras sindicales, con unidad y masividad, y enfrentar las políticas antiobreras y antipopulares que tiene pensada la triple alianza Estado-Empresas-Sindicatos.