Ante la actual crisis del capitalismo a nivel internacional queda al descubierto el fracaso del sistema capitalista en su intento de seguir subsistiendo. Tienen al mundo sumergido en el hambre, la falta de salud y vivienda digna para todos.
En el mundo actual se ha logrado un importante desarrollo científico y tecnológico que es para pocos. Más de la mitad de la población no tiene acceso a llevar una vida digna.
El capitalismo no pone, ni quiere poner, lo que le pertenece a la humanidad: el desarrollo y la producción. Así genera todas las condiciones para que se propaguen hambrunas y enfermedades. Tal es el caso de la pandemia del Coronavirus (que se está utilizando para hacernos pagar la crisis del sistema).
Lo único que les interesa es acrecentar sus ganancias para obtener más poder económico sobre otros monopolios, que, a su vez, piensan y hacen lo mismo. Nos hacen producir para incrementar su capital y modifican la forma de producción para reciclarse y así sostener el sistema. Por eso es que rebajan los sueldos, aumentan la edad jubilatoria, precarizan las condiciones de trabajo, etc.
Aprovechando este virus letal generan miedo y paralización en la población con el objetivo que no reclamemos por nuestros derechos y por una vida digna.
¡¡Utilizan la pandemia como arma dentro de la guerra de clases!! Nosotros, como clase obrera y el pueblo debemos organizarnos para vencer, recuperar lo que ellos nos roban a diario: nuestra fuerza de producción y nuestro conocimiento. Para lograr esto es que tenemos que tomar la decisión de quitarles el poder, ¡¡porque el poder nos pertenece!!
¡Porque producimos todo! Desde los alimentos a la ciencia y la tecnología.
¡Todo es todo! Ellos se hacen poderosos con nuestro trabajo y nuestro esfuerzo.
¡Ellos son la pandemia! Los monopolios que nos exprimen y nos condenan a vivir en la pobreza. Y cuando quieren nos matan, como lo vienen haciendo, con o sin virus.
La clase obrera y el pueblo puede darle fin a la pandemia de los monopolios y a todos los males que padecemos.
En Villa Gobernador Gálvez, provincia de Santa Fé, por ejemplo, se producen diariamente y se exportan miles de toneladas de carne y cereales (en manos de Swift y Cargill). También jabones y otros productos para la higiene (en manos de Unilever). Como contracara, hay barrios sin agua, no hay servicios médicos para todos, y hay una gran desocupación y un porcentaje muy alto de pobreza y hambre.
Esta situación es histórica, como así también la lucha de los obreros de la carne y el pueblo de Gálvez. Si bien continúan la explotación y el saqueo, vamos a seguir dando batalla y decimos presente ahora y siempre junto a todos los luchadores y luchadoras de la clase obrera y el pueblo de Villa Gdor. Gálvez.
¡Ninguna tregua a los monopolios! ¡Vayamos por lo que nos pertenece!
Organicémonos en cada fábrica, barrio, escuela y en cada lugar en que estemos, con una sola consigna: TODO EL PODER AL PUEBLO. ¡A VENCER!