Mondelēz International es un conglomerado multinacional de origen estadounidense dedicado a las industrias de la confitería, alimentación y bebidas que emplea a unas 100.000 personas en todo el mundo. Está integrada por las marcas globales de alimentos de la antigua Kraft Foods, a la que absorbió en el año 2012.
Mondelēz gestiona marcas de snacks muy conocidas en todo el mundo, incluyendo galletas dulces y saladas, como Oreo, Chips, Triscuits, Nabisco, Club Social entre otras; chocolates como Milka, Toblerone, Shot, Cadbury y Milk; y chicles y golosinas comoTrident, Halls, Chiclets entre otros. Como vemos, «la cartera» de Mondelēz incluye varias marcas multimillonarias y tiene un ingreso anual estimado en 30 mil millones de dólares. Opera en aproximadamente 165 países y uno de ellos es la Argentina.
En el día de ayer, martes 12 de mayo, los trabajadores de Mondelez Victoria reclamaron en la puerta de la planta en contra el acuerdo firmado por el sindicato de la alimentación (STIA) encabezado por Rodolfo Daer con la empresa, obviamente sin consultar a los trabajadores previamente. Los mismos ya habían manifestado su descontento la semana pasada previendo la maniobra en ciernes y habían votado en asambleas el repudio a la maniobra patronal que terminaría avalando la conducción del sindicato.
Lo que hizo la empresa fue miserable y siniestro: adelantó la producción necesaria y ahora suspende con rebajas salariales. Todo esto en complicidad con el sindicato y el Ministerio de Trabajo, avalando esta decisión empresarial, que va en desmedro de los trabajadores y es violatoria a lo anunciado por el Ejecutivo respecto a la imposibilidad de suspender trabajadores.
La semana pasada los trabajadores fueron notificados que a partir del 17 de mayo serían suspendidos 500 operarios “debido a la interrupción de la producción en la planta Victoria” hasta el 14 de junio, cobrando el 77 % de su salario bruto. Ya había trascendido la posibilidad que el sindicato patronal apoyara dicha medida.
Es la eterna historia de las traiciones de la burocracia sindical que ni en situaciones de pandemia y severa crisis descansan. Siempre del lado de sus propios intereses, de los intereses de los grandes monopolios, utilizando el Estado como herramienta.
Sin embargo, los trabajadores hace mucho tiempo que ya no confían en sus direcciones traidoras y vendidas. Hace años han comenzado un proceso de autoconvocatoria y acción directa para defender sus puestos de trabajo y condiciones laborales, utilizando el camino de la asamblea y la discusión democrática. Ese es su método. Por eso votaron realizar un bloqueo a los portones y un piquete para visibilizar su problema, exigiendo la anulación de las suspensiones y el cobro del 100% de sus salarios. Se logró un amplio apoyo y se consiguió cortar uno de los carriles de la avenida Uruguay.
El camino para ellos sigue siendo la dignidad y la lucha.
De esa acción participó David, obrero y ex delegado de la empresa, quién conversó con nosotros:
– ¿Cómo se inicia este conflicto?
– Esto arranca en noviembre del año pasado cuando intentaron suspender a 150 compañeros en la planta de Victoria y 350 compañeros en la planta de Pacheco.
En ese momento se firmó un Preventivo de Crisis, cuando sabemos bien que un monopolio como este no tiene idea de lo que es una crisis. Firmaron un acuerdo con el gobierno de Macri y les perdonaron las cargas sociales. Es decir: el Estado les pagó 150 millones de pesos, una verdadera fortuna. Ese acuerdo finalizaba este 31 de mayo, pero aprovechando la Pandemia vuelven a mentir diciendo que siguen en crisis para volver a recibir la “ayuda” ahora de este gobierno también. Mientras tanto cerraría la planta de Victoria suspendiendo a 500 trabajadores. Eso sí, con la producción garantizada. Rodolfo Daer (en connivencia con la empresa) firma este acuerdo sin consultar a los trabajadores. Se agarran del artículo 223 bis que establece que las empresas no pueden suspender si no hay aval del sindicato. De esta manera el gobierno deja abierta una puerta muy grande para que la burocracia arregle con la patronal. Frente a esto nosotros estamos en un plan de lucha permanente y nuestra exigencia es no venir a trabajar y que se nos reconozca el 100% del salario, como ya pasó al inicio de la pandemia. Porque nos hicieron trabajar durante más de un mes para estoquearse muy bien.
– ¿Cuál es tu principal preocupación cómo trabajador?
– No poder volver. Vemos que hay una avanzada contra los trabajadores que no aceptamos sus maniobras. Tengo una familia, mujer, dos hijos y alquilo. Nos preocupa la rebaja salarial porque se vienen paritarias a la baja y nuevos ataques a todos los trabajadores. Están usando la pandemia como excusa. La patronal siempre busca la manera de meternos la mano en el bolsillo y la burocracia sindical es cómplice.
– ¿Qué medidas decidieron?
– Las asambleas las impusimos con fuerza ya que está en el medio la lista verde que es afín a Daer y ellos no las impulsan. Entonces nosotros desde las bases debimos las impusimos desde abajo. Votamos juntar firmas para exponer nuestro descontento en el Ministerio de Trabajo y el rechazo a las suspensiones. Convocamos a las organizaciones sociales y políticas a dar su apoyo, diputados y figuras políticas también. Además de seguir con medidas de acción como la que tomamos hoy. Pero siempre colocando a la asamblea como el espacio de discusión. La lucha sigue hasta que triunfemos.