El norte santafesino es escenario de una disputa de gran trascendencia entre trabajadores y burgueses. El grupo Vicentin, principal monopolio de la zona, impulsa un tremendo ataque contra los obreros de sus empresas y contra el pueblo en general. Recurren a extorsión, saqueo, explotación, todo para seguir llenando sus bolsillos. Pero los trabajadores hemos dicho basta al sufrimiento que nos imponen y salimos a pelear por nuestra dignidad.
Los Vicentin, los Padoan, los Nardelli configuran un pulpo que a lo largo de décadas ha sabido extender sus brazos a los más variados rubros de la producción. Abarcan desde el campo a las cerealeras, aceiteras, frigoríficos, plantas de biodiesel, o las textiles. Cuentan con su propia red de transporte y hasta un puerto que opera a nivel internacional, para sacar la producción. Y lo que no es suyo, lo compran a precio vil. Sueñan con convertirse en los dueños de nuestras vidas, como una nueva Forestal.
Tal es su dominio que el Estado en pleno con todos sus niveles de gobierno se subordinó ante su poder, para rescatar sus negocios o acatar sus mandatos.
Entre los trabajadores, hemos visto cómo vaciaron la cerealera y la aceitera hasta ponerla al borde de la quiebra. Pidieron préstamos millonarios que nunca pensaban devolver y mucho menos invertir en la producción. Jugaron con el futuro de nuestras familias y ahora salen a hablar de la “propiedad privada”.
En el Frigorífico Friar, la situación es similar. Han ganado fortunas sobre nuestro lomo, pero a la menor dificultad o inconveniente amenazan con vender o cerrar la planta de Reconquista. Es un juego perverso que trata de obligar a que los trabajadores aceptemos sus injusticias con la boca cerrada, para no perder la fuente de ingresos de nuestra familia.
Los textiles de Algodonera Avellaneda rompimos el cerco. Después de sufrir por años el maltrato y el abuso de los patrones, nos plantamos y comenzamos a exigir lo que nos corresponde. Queremos un salario igual a la canasta familiar, para salir de la pobreza.
El paso que estamos dando es unificar los reclamos de los distintos sectores, y golpear entre todos a Vicentin, que es nuestro patrón. Ellos quieren seguir pisándonos la cabeza, es hora de responder todos juntos. Aprovechemos el apoyo que nos brindan nuestras familias y los demás sectores de trabajadores. Llevemos el reclamo de los textiles al frigorífico y a la aceitera, y los de cada uno a las demás plantas, reunamos a Reconquista y Avellaneda en un solo grito.
Nos une la condición de clase, y los patrones están en la vereda de enfrente. Nosotros producimos la riqueza y ellos la disfrutan, eso tiene que cambiar. Vamos todos por la vida digna que nos merecemos como trabajadores.
#ObrerosEnLucha
#ClaseContraClase