Recrudeció el conflicto laboral en la fábrica Vimar de alfajores budines y golosinas de la localidad de La Reja. Este conflicto viene dándose desde antes de la cuarentena, pero a partir de la misma el mecanismo de opresión y explotación ha venido acompañado del incremento de la productividad, más horas de trabajo y el personal en negro, que con salarios miserables producen sin cesar día y noche ganancias para la empresa.
Sin embargo, tanto las denuncias de los trabajadores como sus acciones de protestas, a lo largo de estos últimos meses vienen siendo ninguneadas sin respuestas concretas. Solo alguna que otro video conferencia desde el Ministerio de Trabajo con participación del sindicato pastelero, o algunas audiencias en el municipio de Moreno, lejos y de espalda a los trabajadores, pero anunciadas con bombos y platillos para generar expectativas en ellos con el único fin de descomprimir, cansarlos y hacerlos desistir de sus demandas.
Por supuesto no podía faltar la recurrente conciliación obligatoria interpuesta en favor de la empresa en contra de la lucha que el 29 de mayo iniciaron frente a todos los atropellos de la empresa, para que todo quede en la nada y para que todas las demandas de los trabajadores se reduzcan a una anécdota.
Para que los bajos salarios, el trabajo en negro, los despidos en plena cuarentena y sin indemnización, el no pago de horas extras, la falta de protocolos frente al covid y la falta de condiciones dignas de trabajo, los despidos, las extorsiones y amenazas y la producción a toda máquina 24 horas todos los días sigan su extenuante, agotador e inhumano trazo.
Si bien es cierto que hubo inspecciones de la municipalidad todo quedo en la nada “al corroborar que todo estaba en regla”. Mientras tanto la empresa obligaba – bajo amenaza- a los trabajadores del turno noche a esconderse en el playón de la fábrica de al lado para no ser detectados. Avivadas como estas los trabajadores conocen de sobra toda “una marca de familia” como reza el slogan empresarial de Alfajores Vimar Toray SA.
Pero, veamos algunos testimonios: “Es una fábrica donde se producen alfajores sin protocolo de higiene y seguridad en el medio de la pandemia”… “Del plantel de 100 obreros hay 50 trabajadores en negro que no tienen obra social, no hay ART, hay mujeres trabajando con ocho meses de embarazo sin licencia, doce horas trabajando en la máquina con quince minutos de descanso. Abusos totales por parte de la empresa, no hay opción de respetar las horas de trabajo por convenio. Son 12 los trabajadores despedidos 2 en blanco y 10 en negro, a ninguno” se les dio la indemnización”… “A los trabajadores en negro solo les pagan con vales. Si por enfermedad u otras situaciones no pueden presentarse a trabajar no les dan el val,e es deci,r no es pagan la semana”… “Hay un salario de no más de $23.000 por mes llegamos a 30.000 pesos haciendo 12 horas de trabajo”… “Las extras las pagan muy mal y encima cuando quieren”.
“Por si fuera poco se detectaron 16 casos de covid y la empresa jamás se preocupó” … “Los compañeros que tenían algún síntoma perdían el trabajo”… “Los trabajadores dentro de la fábrica están amenazados, que si hablan con el gremio los van a despedir como pasó con nosotros. Mientras tanto los dueños son Jorge Paretti y Vivian García que hacen publicidad en América TV en el programa Intratables, en Radio la Red, la empresa se está expandiendo, trabaja las 24 horas”.
Trabajadoras y trabajadores movilizados en el acampe por la reincorporación, por el trabajo en blanco por aumentos de salarios y condiciones dignas están desde hace una semana en las puertas de la empresa enfrentando desde la bronca la decisión de avanzar en sus demandas.
Que el ninguneo, el silencio cómplice de los grandes medios, del aparato del Estado en sus diferentes niveles, no impidan que la más amplia unidad y solidaridad se exprese con los compañeros.
Por el contrario, el combate a todas estas decisiones de las políticas burguesas, tiene en la unidad y organización independiente la única y la necesaria respuesta capaz de hacer retroceder al capital y sus empleados.
La experiencia indica que los medios formales institucionales son permanentemente pisoteados por la burguesía. Que las mejores herramientas para avanzar en nuestras demandas se dan partiendo de la organización propia y de base que sea capaz de construir la unidad en el seno de la empresa y la unidad con obreros y trabajadores con otras empresas, la unidad con los vecinos y familiares de los trabajadores. Para hacer retroceder a las patronales se necesita la fuerza masiva de los trabajadores y el pueblo que solo nos pueden dar nuestros hermanos de clase, sean del gremio que sean.