Más subsidios a los productores de soja. Más subsidios a los monopolios comercializadores de soja y subproductos. Más saqueos a los bolsillos de los trabajadores y pueblo laborioso.
El servicio que el Estado les presta a los monopolios no tiene pausa. El viejo y repetidamente renovado argumento es que el Banco Central necesita dólares y, en consecuencia, la medida de bajar tres puntos las retenciones, apunta a la liquidación de los dólares que el gobierno necesita para engordar las reservas que están sumamente flacas.
Explicar ¿por qué las reservas son tan escasas? no es motivo de la presente nota, pero sí dejamos apuntado que ello se debe también a uno de los tantos mecanismos por los cuales, los grandes monopolios financieros trasnacionales, saquean los recursos que todos los trabajadores se esfuerzan a diario por producir y que, el Estado, pone al servicio de los mismos a cambio de las jugosas comisiones que se llevan los funcionarios a cargo de los puestos tan disputados por los distintos partidos políticos del sistema.
Pero volviendo al tema que nos ocupa, los medios y voceros del gobierno y de los monopolios se han encargado en difundir por cuanto canal pudieran hacerlo, que el dólar se ha disparado y que, por lo tanto, tanto los productores como las cerealeras que monopolizan todo el mercado de granos han perdido márgenes de ganancia.
Estas permanentes “víctimas” de las oscilaciones financieras (que ellos mismos generan en el mercado mundial y que por lo tanto son victimarios), muestran que el dólar oficial que al iniciar julio de 2020 estaba en $ 73,50 y al 30-09-2020 su valor es de $ 80,00, lo cual significa un 8,84 % de aumento cuando el dólar paralelo se disparó en el mismo período de los $ 126 que valía a los $ 146, lo cual significa un 15,87%[1].
Siguiendo este razonamiento, tanto productores de soja como cerealeras estarían “perdiendo” la diferencia entre 15,87% y 8,84%, o sea: 7,03%, y por lo tanto el Estado debe acudir en ayuda de esas empresas para cubrir la diferencia e instar a unos y otros a “liquidar” los dólares que obtuvieron por las ventas realizadas.
Lo que no dicen los funcionarios gubernamentales y callan también los monopolios cerealeros y la burguesía agraria es que en el mismo período comprendido entre el 01-07-2020 al 30-09-2020, la soja pasó a valer desde $ 15.620 la tonelada a $ 21.300 la tn. o sea que tuvo un incremento del 36,36%.[2]
Como vemos, la maniobra entre monopolios y Estado está encubierta por un engaño al pueblo para beneficiar, en este caso, a los monopolios productores y comercializadores de soja.
Mientras tanto, los trabajadores de la salud penan por mejoras salariales y condiciones de trabajo adecuadas para combatir la “pandemia”. El resto de trabajadores de las industrias, comercios y servicios ven reducidos sus ingresos bajo la justificación de la falta de producción que no ha provocado el covid19 sino la crisis de superproducción capitalista generada por estos pulpos financieros mundiales que lleva a una brutal concentración de capitales a consecuencia del derrame de hambre, pobreza extrema y marginalidad creciente de las mayorías de la humanidad.
Esto muestra claramente que el Estado y su gobierno administrador circunstancial, están sujetos a los avatares de los movimientos permanentes de fuerzas de los distintos sectores de la oligarquía financiera internacional, y que los beneficios hacia un sector o hacia otro dependen de las correlaciones de fuerzas circunstanciales que se mueven permanentemente, y que no hay compromisos que duren “cien” años, o “cien” minutos.
Ante la contienda entre distintos sectores de capitales, no existe gobierno “antioligárquico” kirchnerista que se oponga al macrismo “oligárquico”.
Ambos son las distintas caras con las que la misma moneda se presenta ante el pueblo, son representantes de los intereses del capital. La disputa entre ambos es para ver quién se queda con los puestos que les permiten mediar en los negocios y alzarse con sus jugosas comisiones o “migajas” que se reparten por los servicios prestados.
[1] Diarios del país (Cronista Comercial – Ámbito Financiero – Clarín – La Nación.
[2] Fuente: Bolsa de Cereales de Rosario – Precios de Cámara.