En el sector aeronáutico se vienen sucediendo cambios de todo tipo desde hace algunos años, pero estos últimos meses, con la excusa de la pandemia y el paro total de actividades en el sector, se ha agudizado profundamente la crisis para los trabajadores.
Tanto la situación que venían arrastrando los trabajadores de empresas como Avianca, JetSmart y Andes, prácticamente sin actividad durante el año 2019 y en algunos casos sin cobrar su salario, LATAM y Aerolíneas Argentinas/Austral se suman al lamento para ejercer presión sobre los trabajadores cargándonos la crisis para imponer a toda costa la flexibilización laboral y la baja de salarios sin miramientos.
Los sindicatos cómplices de éstos manejos mantienen silencio, guardaron en secreto los verdaderos “arreglos” con las empresas y se manifestaron bochornosamente sólo para transmitir mayor temor e incertidumbre a los trabajadores que, sumando la situación en el contexto de cuarentena y prácticamente sin asistir a los puestos de trabajo, están avanzando con todos los planes para profundizar el ajuste.
LATAM ha incrementado sus ganancias con los vuelos de carga pero lo que dice es que tiene pérdidas y por eso pretende dejar en la calle a más de 1.700 familias. Aerolíneas Argentinas echa mano a la fusión con Austral – confirmada oficialmente en el día de ayer- en el medio del caos de la situación mundial como forma de reestructuración empresarial para acotar aún más los salarios que ya venían deprimidos desde hace tres años sin paritarias, a lo que se le suma la decisión de suspender a gran parte del personal que -entre extorsiones permanentes y amenazas de despidos- lo único que tienen como objetivo es no sólo aislar y dividir a los trabajadores sino tirar por la borda los convenios colectivos de trabajo.
La reestructuración del sector no sería sólo a nivel empresarial, sino que directamente, y para asegurarse por completo la flexibilización, han tomado la decisión de modificar el decreto 671/94, con el aval de la ANAC que regula toda la actividad pretendiendo llevarla a los estándares de mayor explotación tal cual se vuela en Estados Unidos y el resto de América.
Dentro de las modificaciones podemos mencionar la flexibilización directa a los tiempos de servicio, vuelo y descanso que hasta ahora regulan y garantizan las condiciones laborales relativamente “soportables” para un ser humano. Esta iniciativa no solo afecta las condiciones laborales de los trabajadores aeronáuticos, además ponen en peligro la seguridad aérea en nuestro país. Es decir: flexibilización laboral para maximizar las ganancias, a costa de las condiciones laborales de los trabajadores y de la seguridad aérea de los pasajeros.
Una prueba de esto es el reciente despido de tres trabajadores de mantenimiento de Aerolíneas Argentinas, tirando por la borda tanto el decreto 624/2020 donde supuestamente se prohíben los despidos, que en la práctica siguen ejecutándose en empresas privadas (el caso de los mineros de Mansfield es un ejemplo) como en empresas supuestamente públicas (como el caso de estos tres compañeros de Aerolíneas).
Por otro lado, cabe mencionar que la empresa Aerolíneas Argentinas/Austral en conjunto con los sindicatos acaban de concertar una fusión que, como dijimos, vienen planificando desde hace un par de meses.
Lejos de ser informados con la verdad de lo que se está resolviendo a puertas cerradas, los trabajadores somos amedrentados con desinformación proveniente tanto de los medios como desde los propios sindicatos –que presentan innumerables “beneficios” de la fusión rodeados de tecnicismos cuyo objetivo es ocultar el problema de fondo, es decir, la flexibilización-. Ambos colaboran en todo con la empresa para ocultar los diferentes conflictos abiertos en el sector.
Nada hacen para darle respuesta a estas demandas de los trabajadores, al contrario, son verdaderos bomberos al servicio de las empresas, sembrando división y poniendo palos en la rueda cuando los trabajadores intentamos organizarnos.
Que quede bien claro, los trabajadores aeronáuticos queremos trabajar y seguir llevando adelante nuestras tareas en condiciones tales que se garanticen nuestra salud y seguridad.
Sirva esta muestra de lo que sucede en el sector, de ajuste y flexibilización en todos los frentes, como una muestra más de la política que viene llevando a cabo la burguesía, sin importar que los sectores sean «públicos» o privados. La política de flexibilización laboral y disminución salarial, es la política de las grandes empresas; es la política de Alberto Fernandez, del gobierno, y de la oposición.
Debemos organizarnos para resistir todas las iniciativas que la burguesía está tomando con el único afán de incrementar aún más sus ganancias a costa de nuestros salarios, nuestras condiciones de trabajo, nuestra salud y las más elementales condiciones de seguridad aérea.