En el Frigorífico Rioplatense, el intendente de Tigre, Julio Zamora, acompañó al presidente Alberto Fernández, y al gobernador bonaerense Axel Kicillof, en el anuncio de un plan de inversión de la industria frigorífica de 187 millones de dólares para incrementar la exportación de carnes. El capital para la inversión proviene del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas, integrado por 11 empresas que representan el 92% de las exportaciones de carnes bovinas del país –entre ellas, el Frigorífico Rioplatense-.
Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes ABC, detalló datos y números del sector de la exportación de carne. «Vamos a terminar un año con un mayor volumen de exportación, pero con un menor ingreso de divisas. Vamos a pasar de 840.000 toneladas de exportación del año anterior a 900.000 toneladas este año. Y vamos a ingresar 2900 millones de dólares de divisas de los 3400 millones que ingresamos el año pasado», señaló. «Vamos a llevar las exportaciones de 900.000 a 1.250.000 toneladas. Y de un ingreso de divisas de US$2900 millones a US$5250 millones. Es nuestro desafío», indicó sobre la inversión.
Entre otras empresas, Frigorífico Rioplatense destinará 30 millones de dólares hasta julio de 2022 para la realización de obras de ampliación que permitirán quintuplicar su capacidad de producción diaria de carne vacuna congelada y casi duplicar el monto de exportación. La compañía destina cerca del 75 por ciento de su producción a mercados internacionales como el chino. Por otra parte, entre otras firmas, según Presidencia, Arree Beef destinó 41 millones de dólares; Swift US$27 millones; Frigorífico Gorina US$25 millones; Marfrig US$25 millones; Azul Natural Beef US$20 millones; Friar US$10 millones; Importadora Exportadora de La Patagonia US$8 millones y Logros US$1millón. Las inversiones son las que los distintos frigoríficos que componen el consorcio están realizando.
Marfrig, segunda empresa de carne vacuna del mundo y la mayor productora mundial de hamburguesas, acaba de cerrar un acuerdo para quedarse con el 100% de las acciones de su competidora local Campo del Tesoro, una planta ubicada en Pilar, provincia de Buenos Aires, Según trascendió, el monto total de la operación es de u$s 4,6 millones.
Por su parte, Kicillof señaló que “la provincia de Buenos Aires tiene el 35 por ciento del stock de ganado bovino del país, y aquí se realiza el 51 por ciento de la faena y el 70 por ciento de las exportaciones”.
Hasta acá solo datos de sus negocios, hasta acá todo lindo, felices los monopolios y sus políticos que los representan.
Lo que no nos cuentan es que estos negocios se montan sobre el esfuerzo de las obreras y los obreros de los frigoríficos. Salarios de hambre y condiciones de trabajo deplorables.
Despidos como en el Frigorífico Bermejo en Salta (ver notas en esta misma página). El intento de despido en el Frigorífico Rioplatense que los trabajadores con su lucha lograron que no se lleve a cabo.
Tampoco nos cuentan, que mientras ellos preparan las exportaciones acá se profundiza el hambre El índice de pobreza en Argentina se elevó al 40,9% de la población en el primer semestre de este año, con un 10,5% en nivel de indigencia, uno de los peores registros en la historia de nuestro país, según datos del INDEC.
En cuanto a los grupos de edad, un 56,3% de las personas entre 0 y 14 años son pobres. Con estas cifras se calcula que 18,5 millones de argentinos son pobres y 4,7 millones son indigentes.
De a poco se va aproximando a la mitad de la población que no está en condiciones de cubrir con sus ingresos una canasta básica de consumo imprescindible. Estos datos el presidente Alberto F. se los olvidó en su discurso. Tampoco Kicillof mencionó que en el Gran Buenos Aires 41,6 % de sus habitantes son pobres. Seguramente otro olvido.
La resistencia activa es el faro.
En medio de la oscuridad vemos algunas luces que se encienden. Luchas que van dando trabajadores de distintos lugares del país, de distintas ramas de la producción, de servicios, docentes, salud, etc. por distintas reivindicaciones de acuerdo a sus situaciones. Ese es el camino. Seguir contribuyendo a la resistencia y avanzar en organización de la misma.
Con los datos que mencionamos al principio es bien claro que el problema del hambre en nuestro país se puede solucionar. De ahí que la única alternativa que tenemos los trabajadores es seguir construyendo, masificando el proyecto revolucionario en nuestro país. Y para eso necesitamos hacer crecer nuestras herramientas políticas para llevar a cabo dicho objetivo. El crecimiento del Partido Revolucionario y de las organizaciones autoconvocadas que se dan en las distintas experiencias de lucha es lo que debemos profundizar en esta etapa, como preparación de lo que se viene.