Hace unos días en Chile salieron a la luz diversos casos de corrupción y fraude a manos de las fuerzas represivas. Allí, estas instituciones constituyen un fuerte bastión de la dominación burguesa. Sin embargo, están atravesando un aceleradísimo proceso de descomposición frente a un pueblo que viene dando una lucha gigantesca por la conquista de mayores libertades políticas y de una vida digna.
En Chile, al igual que en Estados Unidos y otros tantísimos países “modelo” del capitalismo, la crisis institucional avanza frente a un movimiento de masas que lucha en la búsqueda de una salida a la opresiva, angustiante y catastrófica vida que nos ofrece el sistema capitalista.
Reproducimos a continuación una nota enviada desde Chile por la organización América Rebelde que denuncia esta situación:
“Chile corrupto, Chile oligárquico. Aquello que era “ejemplo para el mundo” y uno de los países latinoameircanos “menos corrupto”, ha quedado claro que fue siempre una fantasía, ya que sólo sirvió como un elemento de propaganda para exportar el modelo neoliberal y el modelo de las transiciones pactadas de espaldas al pueblo, como también el colaboracionismo de clase más extremo y vergonzante. El fraude realizado por el alto mando de la policía militarizada y asesina de Carabineros de Chile asciende a 28.300 millones, cifras del año 2019.Y en esa causa, con 33 carabineros imputados. A esto se suma el fraude en el ejército de Chile que asciende a 3.000 millones de pesos donde existen 800 militares investigados yo imputados
Para los expertos en cuestiones militares esta situación de fraude en el ejército -y lo más seguro es que habrá muchos otros casos en las demás ramas de la defensa nacional- deja a la principal rama de la defensa en estado de vulnerabilidad y debilidad. Desde la lógica militarista deja al ejército débil ante sus supuestos enemigos externos; genera un caos al interior de la institución si es que se condenara a los más de 800 militares que van desde de ex comandantes en jefes, generales y hacia abajo, produciendo un descalabro en la cadena de mando y en la promoción obligada de sus miembros. También deja a esta institución en el más total desprestigio ante el pueblo. Pueblo que ellos mismos consideran su enemigo interno y al cuál reprimen y asesinan.
Pero eso no es todo: CODELCO, la empresa estatal del cobre desde el año 2005 ha perdido US$ 7.000 millones al vender intencionadamente el cobre aún menor precio y beneficiar así a las trasnacionales. Aparecerán muchos más casos de desfalco, fraude y abuso de poder relacionado tanto con las empresas e instituciones del estado como de los poderes económicos. Lo claro es que la corrupción en Chile es la norma, y se ampara en la impunidad cuyo origen es el poder absoluto de la oligarquía, de la clase dominante, cuestión que no se solucionará con una nueva constitución ya que las constituciones son siempre la expresión de la voluntad de la misma clase dominante que se sabe corrupta.
Queda poco para saber como la clase política, también corrupta, se comportará en la inscripción de listas para elegir a los futuros constituyentes de la convención constitucional que se erigirá el once de abril y cuyas listas se inscribirán este 11 de enero. Lo más seguro es que cada una de las expresiones de la oposición burguesa y progresista al gobierno de Piñera se inscribirá por separado. Esto se debe a que ninguna de estas expresiones políticas quiere soltar la teta del estado, de la cual maman cual becerro. El negocio y los hilos de poder son demasiados como para soltar tan lucrativa función y preocuparse genuinamente por los intereses y demandas de un pueblo sometido y explotado hasta el cansancio.”