No es la primera vez, pero continúa ocurriendo.
En los últimos días se sucedieron más de 7 focos de incendio en la Comarca Andina de nuestra Patagonia. Más allá de las enormes sospechas que existen sobre las causas, las consecuencias ambientales y humanas son gravísimas ya que se han quemado miles de hectáreas de bosques nativos, obligando a las familias de la zona a evacuar sus viviendas. Los pobladores denuncian que hay personas desaparecidas y que se perdieron más de 250 viviendas. Las Golondrinas, ubicada a pocos kilómetros al sur de El Bolsón, Lago Puelo, El Hoyo, El Maitén y Cholila, son las localidades más afectadas.
No es la primera vez, decíamos, como ocurrió en el año 2015 cuando –también en Chubut- los incendios comenzados en el mes de febrero dejaron un saldo de más de 41.000 hectáreas de bosques nativos arrasados, enormes cantidades de animales de fauna autóctona y ganado muerto, además de casas destruidas. Miles de años de acumulación de vida natural irrecuperables.
O en el año 2020, en la zona centro y norte del país, con consecuencias que resultaron devastadoras: 14 las provincias afectadas, siendo el Delta del Paraná en Entre Ríos y la provincia de Córdoba las más golpeadas.
Como aquellas veces, queda hoy en evidencia la especulación de los negocios inmobiliarios que surgirían sobre terrenos limpios de forestación que entonces serían habilitados para la venta de los mismos a los mejores postores (léase, capitalistas con contactos con el Estado en sus niveles nacional y provincial dispuestos a adueñarse de esas tierras apetecidas por su ubicación en medio de lagos, montañas cordilleranas y remanentes de bosques y fauna autóctona).
Las comunidades autoconvocadas y en lucha desde hace años, acusan también a los negocios mineros, impedidos de explotar tierras de parques nacionales. Habiéndose eliminado el parque mediante la acción del voraz fuego, los terrenos podrían ser aprovechados para la actividad extractivista y destructora del ser humano y la naturaleza.
Más aún cuando hace muy pocos días el gobernador Arcioni arremetía nuevamente en la Legislatura provincial con una ley que elimina la restricción para realizar minería en una extensa área poco habitada en el centro-norte de la provincia. Pan American Silver es una de las principales “interesadas” en comenzar la actividad (favorecidas, debería decir).
Estos dolorosos acontecimientos evidencian, una vez más, la concepción burguesa que rige las relaciones sociales y los negocios bajo el imperio de esa clase nefasta para la humanidad, la burguesía monopolista y sus secuaces, consistente en el principio de «si no sirve para mis negocios que no sirva para nadie».
No sería sorpresa que algunos pocos pesos hayan salidos del abultado capital de los burgueses monopolistas pagando a alguno para que generara los incendios a fin de apropiarse luego de las codiciadas tierras.
Esto ya ha ocurrido y seguirá ocurriendo mientras exista el sistema capitalista.
Solamente la presión política y social, la más amplia movilización y organización desde las bases podrá ponerle freno (como se viene haciendo en muchos lugares de nuestra cordillera) a semejante aberración, plantándonos frente al sistema que acuna a toda esta lacra de burgueses inhumanos.
No es fuego, es capitalismo… como dicen los flyer que difunden los pobladores desde la zona de estos ataques.