Romper la política de ajuste de la burguesía y su gobierno

“…despilfarro y ahorro, lujo y abstinencia, riqueza y pobreza son iguales.”[1]


Esta aseveración, nos explica que cada uno de estos dos términos que se presentan como un par indisoluble son dos caras de una misma moneda. No hay moneda sin dos caras. Lleva ambas como una unidad indestructible. Existiendo una, existe la otra. Si desaparece una, desaparece la otra.

La economía política es precisamente la ciencia burguesa por excelencia. Nos muestra cada uno de estos términos por separado y nunca juntos. ¡Un engaño de punta a punta!

En cada mensaje podemos escuchar a empresarios, políticos, periodistas y mentirosos a sueldo que aseguran que todos podemos ser más ricos. Eso se enseña en la facultad de donde salen los especialistas en economía política. Los grandes “cerebros” que negocian nuestro presente y futuro ante los organismos internacionales tal como lo está haciendo ahora el ministro de economía Guzmán en Europa participando de la gira presidencial.

Según ellos, pobreza y riqueza son dos cosas separadas.

Es por eso que nos proponen el ajuste como vía para lograr una Argentina mejor a futuro en donde se irá recomponiendo el capital para que todos podamos ser ricos. Nos dicen que cuanto más capital haya, se producirán más inversiones, habrá más trabajo, más medios de vida, mejor condición social para el pueblo.

Hay que ajustar los gastos del presupuesto estatal destinados a la sociedad: reducir la plantilla de trabajadores en las reparticiones estatales, achicar gastos en salud, en educación, jubilaciones, ayuda humanitaria a los sectores desprotegidos, etc.

¿Para qué…? Nos responden: para disponer de mayor volumen de capital destinado a la producción que nos permita exportar mercaderías que al venderse se transforman en dólares que ingresan al país y se invierten en mayor producción. Ahorrando, también se puede pagar la deuda pública externa e interna, se pueden subsidiar tarifas para que las empresas no pierdan y el consumidor pague menos.

Con el ahorro se fomenta la producción mediante el otorgamiento de subsidios y/o préstamos a tasas blandas para que se incremente la incorporación de nuevas máquinas, tecnología, robótica, etc.

Pero, decimos nosotros por la experiencia que llevamos en nuestro propio cuero, con el ahorro social, si bien se aumenta el capital, se reducen puestos de trabajo, se achican salarios, se precarizan medios de vida (salud, educación, vivienda social, jubilaciones, etc.).

A la par que se acumulan recursos para pagar deuda pública interna y externa, se achican todos los recursos para satisfacer las necesidades populares. Aumenta la pobreza, la mortalidad infantil, se reducen las condiciones de vida de quienes todo lo producimos, aumenta la desocupación, etc.

En la producción social, si un sector se enriquece, hay otro sector que se empobrece.

El aumento de capital, necesariamente es disminución de salarios. El capital lo ostenta y lo administra la burguesía, el salario es la paga del proletario, del obrero, del trabajador.

Dos caras de una misma moneda que están indisolublemente unidas y forman parte de una sola unidad contradictoria y antagónica.

Ésta es la realidad de nuestra sociedad.

Por eso es no solamente necesario sino indispensable que reunamos fuerzas movilizadas contra el ajuste que nos proponen los gobiernos de turno desde hace décadas.

La sociedad capitalista hace más de un siglo ha entrado mundialmente en un proceso de decadencia y descomposición irreversible. Tenemos que enfrentarnos a quienes la sostiene a fuerza de engaño, y recurren a la represión cuando no les quedan más argumentos. Debemos ayudar a derribarla y fundar sobre sus ruinas una sociedad en la que esa moneda desaparezca. En donde no existan ni la pobreza ni la riqueza, tal como pasa en toda familia popular bien constituida en donde cada uno de sus miembros tiene, en un pie de igualdad, lo que tienen todos. Porque lo que ingresa, poco o “mucho” lo comparten todos por igual.

El camino hacia ese fin, nos señala hoy una tarea inmediata y clara. Frenar y romper la política de ajuste, profundizando y generalizando lo que ya vienen haciendo diferentes sectores obreros y asalariados en general, de lo cual venimos dejando constancia en notas de esta misma página.


[1] Carlos Marx – “Manuscritos económicos y filosóficos” (tercer manuscrito).

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