Hace apenas dos semanas se dieron a conocer en medios financieros internacionales y también en periódicos como el diario La Nación declaraciones del gurú y magnate financiero Ray Dalio.
Para quienes no lo conocen, este señor es la cara visible de la mayor gestora de activos financieros de bolsa a nivel mundial.
La corporación financiera Bridgwater Associates (de la que este magnate está al frente) se posiciona en el primer lugar del top ten de corporaciones financieras globales.
Para tener una noción más precisa de lo que esto significa diremos que Black Rock gestiona fondos e inversión y activos financieros con un volumen de 32.000.000.000.000 (32 billones de dólares) cosa que de por si es una monumental expresión del grado de concentración del capital que estas corporaciones van alcanzando.
Pero si esto fuera poco y comparativamente, el susodicho Ray Dalio y su financiera alcanzan casi 5 veces más que este volumen, llegando casi a los 170.000.000.000.000 (170 billones de dólares). Las magnitudes de semejantes cifras son más sorprendentes aun cuando se suman los volúmenes de activos, fondos de inversión, acciones de bolsa que las 10 primeras corporaciones financieras globales concentran en sus manos, cuyo monto aproximado alcanza aproximadamente los 520.000.000.000.000 (520 billones de dólares).
¿Muchos lectores se preguntarán como hacen tanta guita? La verdad está lejos de la mentira que empezaron con modestas inversiones de 1.000 dólares o menos hace unos veinte años y que tuvieron éxito…
¿Quién podría creer esto? Sin embargo, a la luz de todas las condiciones de explotación obrera y de opresión económica mundial que saltan a la vista que estos magnates sigan sosteniendo estas mentiras intentando renovar un mito que la realidad misma ha derrumbado es una subestimación brutal.
Ray Dalio y su corporación Bridgwater Associates es un asiduo participante en el Foro de Davos. Por ocupar el primer lugar en la lista de la oligarquía financiera mundial es también palabra autorizada para expresar las inquietudes y preocupaciones de su clase frente al escenario de crisis actual.
Pero veamos que nos dice este señor al respecto. “La situación va a seguir empeorando la crisis va a ser más profunda”. Su análisis parte de esta conclusión y toma dos aspectos centrales de la crisis como premisas. Volcadas en una entrevista del wasshitogn Post se centra básicamente en:
- Las condiciones de la competencia intermonopolista global por la apropiación de más masas de plusvalía con el eje del ascenso de China y el descenso de EE. UU.
- En la lucha de clases mundial.
Respecto del primer factor menciona el crecimiento del mercado asiático con China a la cabeza y el papel del yuan que se posiciona en el mercado mundial en detrimento del dólar. (el dólar perdió en los últimos 6 años 6 puntos de su cuota de mercado como moneda de referencia, pasando del 66% que tenía al 60% en la actualidad).
Agrega también que “los experimentos financieros llamados nuevo orden con la superemision de dólares deja a economías como la Argentina, la venezolana y hasta la Alemania -en otras épocas- con niveles de inflacionarios exorbitantes”. La crítica a lo que este magnate llama “experimentos que se están llevando adelante” se enmarca en la superproducción de billetes, en que las altas desigualdades económicas ya presentes lejos de atenuarse o disimularse porque aparentemente hay más dinero en las calles, se agudizan ya que “la superemision provoca la suba de impuestos, de tasas de intereses y al mismo tiempo de nuevas regulaciones -llámese ajuste- generando una burbuja a punto de estallar”.
Respecto del segundo factor nos dice “que después de estudiar más de 50 situaciones de conflictos sociales y revoluciones, es muy obvio que el único y más importante indicador avanzado de guerras (civiles) y revoluciones es la bancarrota de los gobiernos después de shocks económicos donde ha habido y se han generado grandes desigualdades y diferencias de clase”.
Menciona números -ya expuestos en otros artículos de esta página- de pobreza creciente y como contraparte los de concentración de riquezas en cada vez menos manos. Considera a este factor, el de la lucha de clases, el más preocupante y al que más atención hay prestar.
La debilidad politica de los gobiernos de turno, que puedan ser garantes de sus ganancias, pero no necesariamente de la gobernabilidad que estos magnates necesitan y la lucha de clases en el interior de cada país o región agudizan las incertidumbres y por consecuencia los negocios que proyectan en este escenario caótico.
Si bien todos sus comentarios se refieren a la crisis mundial no deja de mencionar la situación del propio EEUU: “que está al borde de una guerra civil” por las agudas tensiones sociales que allí se viven y que ponen en serio cuestionamiento al exponente más conspicuo del sistema capitalista.
Sin embargo, estas declaraciones que bien podrían parecer el análisis de un sociólogo o un académico de la burguesía con tendencias progres no están en función de advertir un cambio de politicas globales, ni por asomo pretende ello.
El planteamiento de este escenario únicamente esta en función de las apuestas de bolsa. Es decir, de aconsejar qué inversiones son las más ventajosas para diversos núcleos del capital monopolista teniendo en cuenta estos dos factores.
Asociado a su fama de gran filántropo al estilo George Soros, -fama de mentiroso, por cierto- está la de acumular y concentrar capital a costa de la errónea idea que el dinero crea dinero.
Leyendo la situación mundial que es la de la baratura de la fuerza de trabajo, la de nuevas condiciones a partir del escenario asiático y de confrontación intermonopolica por nuevas fuentes de plusvalor y la de una creciente lucha de clases: ¿Qué recomendaciones de inversión ha venido haciendo a los monopolios? Invertir en petróleo, invertir en minería, principalmente en oro (Afganistán se presta como un manantial para todo ello).
Pero, además, invertir en armamento ya que dada la alta conflictividad social y según su análisis, la tendencia será a que “la gente tendera a defenderse con lo cual este es un gran negocio en puertas y sostenible” … Si el oportunismo tuviese nombre y apellido se llamaría como este sujeto.
Aun a pesar de las ostensibles ventajas que estos magnates poseen en el dominio económico y político la aguda crisis del sistema capitalista está plagada de incertidumbres y contradicciones cada día más tensas que encienden la vos de alarma de estos núcleos.
La posibilidad de encausar la crisis es a todas luces irresoluble. No obstante, ello, seguir haciendo grandes negocios globales a costa de la situación cada vez más angustiante de los pueblos del mundo es su única razón de ser como clase en el poder, aunque el mismísimo oportunismo se vea cada vez más acotado por la crisis y la impiedad de la lucha de clases.
Estos tipos que gobiernan el mundo tal como una serpiente están mordiéndose la cola.
No hay solución al capitalismo, tampoco la proponen, no pueden.
La revolución socialista es una necesidad de la humanidad.