Con el afán de disciplinar y encausar aun más los reclamos, el poder burgués pretende que en el Chaco (considerada la capital del piquete) se reglamente el mismo y exista un protocolo a cumplir por los que hagan cualquier tipo de demanda.
Para conseguir esto se han puesto de acuerdo los legisladores “oficialistas” con los “opositores”, los intendentes de varios municipios, especialmente los de la “mayoría”, el Superior Tribunal de Justicia y el Poder Ejecutivo. Han sumado a las denominadas “fuerzas vivas” o sea, la Cámara de Comercio, Industriales, todas las variantes de las cámaras de la construcción, etc. Todos los representantes del Estado burgués que en esta etapa del capitalismo es el Capitalismo Monopolista de Estado (CME).
Este detalle es importante remarcarlo porque después se pide al Estado que haga tal o cual cosa y se dice que el “Estado está ausente”, cuando en realidad tiene una presencia muy fuerte. Y es para los intereses de la clase que representa, que son los grupos monopólicos.
Es por eso que tenemos que tener muy claro a quién representa este Estado y es obvio que nunca a los trabajadores y al pueblo.
Por eso este mes se realizó una gran movilización en contra de la reglamentación de los piquetes.
El pueblo debe expresarse y debe hacerlo en la calle. A través de las urnas la burguesía intenta que el pueblo no haga valer su voluntad y contundencia. Por eso como trabajadores no tenemos que utilizar sus métodos.
Esta movilización fue contundente, masiva, como no se veía en años.
Es un puntapié inicial y ahora hay que profundizarlo.
Tenemos que tener claro que hoy les molesta “un poco” que se reclame por un poco de comida, algún plan social o unas migajas de aumento salarial. Pero el enemigo de clase trabaja pensando en el más allá, cuando todos estos reclamos sigan profundizándose y lleven a que se empiece a cuestionar el poder burgués. Esas son las cosas que no toleran.
Tratan inicialmente de estigmatizar a las personas que van a reclamar como que son vagos, delincuentes y aprovechadores, que están ahí por un choripan y vaya a saber por qué otra cosa. Que ganan fortunas cercanas a los 100 mil pesos y por eso nadie quiere trabajar, las mismas estupideces que uno escucha como que las mujeres se dejan embarazar para cobrar una asignación familiar miserable.
El aislar a los que reclaman por una vida justa es la primera tarea del enemigo. Y si no lo logran totalmente no van a dudar en reprimir.
Lo que les preocupa es que la clase obrera (junto al pueblo) empiece a cuestionar su legalidad, cosa que ya hizo en forma intuitiva con el mazazo elector de las urnas en septiembre. Todo lo que hagan en los próximos días estará condicionado por esto y por las movilizaciones de estos días.
Lo que tenemos que hacer en forma urgente es elevar la conciencia de clase de estas luchas.
Y organizar la resistencia que viene ejerciendo nuestra clase y nuestro pueblo