En el día de ayer, martes 4 de enero de 2022, la ciudad de Mar del Plata se vio conmovida por una movilización popular en rechazo de la exploración sísmica frente a las costas de la ciudad.
La movilización recorrió la Rambla y finalizó en el municipio. Diferentes organizaciones sociales y políticas se hicieron presentes, pero mayoritariamente al frente de la movida podían verse a miles de vecinas y vecinos autoconvocados que fueron a exigir al Gobierno nacional que revea la autorización que se le otorgó a la empresa Equinor en “sociedad” con Shell e YPF para realizar extractivismo de petróleo frente a la costa marplatense.
Las pancartas y los carteles “caseros” predominaban por sobre las habituales banderas de los aparatos políticos. En ellas podía leerse: Fuera las industrias contaminantes, el Estado es responsable; Han creído que la impunidad es eterna: falso. Los pueblos saben hacer justicia; Como en Chubut: el pueblo decide; Si hay petroleras habrá molotov; Todo este maldito sistema está mal; 2018 Macri lo licitó, 2021 Alberto lo aprobó, 2022 Todos son responsables, entre tantos otros…
Y en particular, varios “dedicados” a la humanidad de Juan Cabandié, Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, quien estando a cargo del área sigue haciendo “silenzio stampa” como tantas otras veces. Se ve que su “limitada” visión sobre “los derechos humanos” no aplica cuando de negocios monopolistas se trata…
De acuerdo a la denuncia que viene realizando entre otras la asamblea por un Mar Libre de Petroleras puede leerse: “los bloques de la Cuenca Argentina Norte están ubicados en una zona considerada un corredor biológico en el mar Argentino, por su riqueza y biodiversidad”. “La exploración sísmica se realiza a través de bombas sonoras que impactan en el subsuelo marino, para determinar dónde hacer los pozos. Estos estruendos afectan todo el ecosistema marino y resultan totalmente dañinos para la flora y fauna. El ruido generado por la sísmica puede provocar discapacidad auditiva, lesiones masivas e incluso la muerte por ahogamiento o varamientos en animales como ballenas y delfines”. “Las poblaciones de peces mueren, dejan de reproducirse o se alejan de sus hábitats naturales. Una vez iniciada la extracción de petróleo, las posibilidades de daño ambiental aumentan, ya que debido a las condiciones extremas que se dan en el mar, las probabilidades de accidentes y derrames son enormes”.
Como podemos ver una vez más, en favor de unos pocos monopolios petroleros se destruirá el mar y toda la vida que él alberga, así como también otras actividades económicas regionales al afectar la actividad pesquera y el turismo.
Está claro además que la explotación petrolera impactará fuertemente sobre el desarrollo sociocultural, recreativo y deportivo que indefectiblemente está vinculado al mar y que identifica a todas las ciudades costeras.
Seguramente con una copa de champagne muy caro, el día 30 de diciembre, el presidente Alberto Fernández definió las regalías que abonarán las concesionarias que realicen la explotación petrolera en el mar, lo que implicó de hecho la autorización para operar frente a las costas de Mar del Plata.
El decreto es el N°900/2021, y además del primer mandatario lleva las firmas del jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el ministro de Economía, Martín Guzmán. En el mismo se establece que las empresas abonarán 6% durante los primeros diez años de la concesión de explotación, 9% durante los siguientes diez y 12% durante los últimos diez. Una bicoca…
Brindaban seguramente por el otorgamiento de la declaración de impacto ambiental a las áreas de exploración offshore CAN 100, CAN 108 y CAN 114, ubicadas frente a la costa de Mar del Plata, que viabilizaban el proyecto de adquisición sísmica puesto en marcha por el gobierno de Macri y aprobado por el gobierno de los Fernandez.
Cabe aclarar que el pedido de “impacto ambiental” era algo que no habían hecho antes con las mineras, por ejemplo, lo que demuestra que la burguesía utiliza su propia legalidad de acuerdo a sus intereses y a los vaivenes de la lucha de clases por supuesto.
Otro elemento “interesante” es que en la resolución 436/2021 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (en su artículo 6º) se señala que : Toda actualización del Plan de Gestión Ambiental (PGA)… en cuanto a la organización, permisos y responsables, en forma previa al inicio de actividades y que a la fecha de esta resolución no sea posible precisar, incluyendo la constancia de aprobación del respectivo Plan Nacional de Contingencias, deberán ser informados” y bla bla bla. En resumen: no tienen plan de contingencias con el enorme riesgo ambiental que ello implica.
Por otro lado, y de acuerdo a lo que declaró el secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez este proyecto es “dar un paso fundamental para más producción de combustible y gas para las y los argentinos”.
Más allá de las palabras grandilocuentes de los funcionarios, está claro que –justamente- este tipo de exploraciones lo único que no hacen es pensar en las y los argentinos sino en las ya abultadas ganancias de unas pocas corporaciones petroleras.
Así lo demuestran los acontecimientos que pudimos ver en el día de ayer, los que seguramente no se detendrán y calarán más hondo sostenidos por el protagonismo del pueblo movilizado.