Arranca la semana del 24 de marzo. “Día de la memoria” le dice el progresismo; cantan a coro detrás, quienes se montan sobre los muertos para hacer proselitismo.
Esos muertos, esos desaparecidos, no perecieron luchando por conquistar esta democracia burguesa, sino por conquistar libertades políticas para la clase obrera y el pueblo trabajador.
Libertades que exceden el acartonado régimen parlamentario y esta falsa democracia, que es la democracia burguesa. Es bueno recordar estas cuestiones para los olvidadizos que se suman al coro silencioso de avalar la represión política.
Por estos días se ha desatado una casa de brujas sobre el MTR Histórico y CUBa MTR a raíz de los acontecimientos ocurridos en el Congreso el 10 de marzo, mientras la Cámara de Diputados formalizaba el plan de ajuste que ya viene aplicando.
Han detenido a Oscar Santillan (MTR Histórico) por los enfrentamientos; en forma posterior se produjeron allanamientos en locales de las dos organizaciones mencionadas, y la justicia caratuló la causa contra el MTR Histórico como “asociación ilícita”, es decir, un intento por ilegalizar la organización, motivo por el cual piden la detención de Roberto Martino.
Esta imputación es gravísima, puesto que demuestra cómo la burguesía está aplicando métodos coercitivos sobre las organizaciones políticas para garantizar una paz social que ya no puede garantizar por otros medios.
Por su parte, han detenido a Jaru Alexander Carrero Rodríguez, integrante del CUBa MTR, tras varios allanamientos a sus locales. Lo acusan de ser el responsable de arrojar la piedra al despacho de Cristina Fernández de Kirchner.
Esta persecución hacia la protesta social se suma a la condena sobre Cesar Arakaki y Daniel Ruiz sentenciada el 8 de noviembre del año pasado, por los enfrentamientos en el Congreso en diciembre de 2017. Por su parte, Sebastián Romero se encuentra detenido hace más de dos años con prisión domiciliaria por los enfrentamientos de la misma fecha, y el martes pasado (15 de marzo) el Tribunal Federal N°3 le ha negado el derecho a estudiar.
Desde el PRT defendemos el legítimo derecho a la autodefensa de masas y sus métodos de lucha. No nos interesan las carátulas judiciales, ni los lenguajes leguleyos: violentas son las jubilaciones y las pensiones de hambre; violentos son los salarios y ritmos de explotación que nos impone este sistema; violento es el Estado, y violento es el sistema.
La derrota de la dictadura militar, el desmantelamiento del ejército y la condena a represores, y las libertades políticas conseguidas en nuestro país, gracias a las cuales le sale muy caro a la burguesía reprimir en determinadas condiciones ¡todo ha sido fruto de la lucha del pueblo trabajador utilizando sus históricas y legítimas formas de lucha! El derecho a la rebelión es un derecho inalienable de los pueblos, que no se suplanta con discursos parlamentarios.
Estas medidas tomadas por la burguesía tienen como objetivo disciplinar, no solo a la clase obrera y el pueblo trabajador metiéndoles miedo, sino además a las organizaciones políticas, haciendo pesar la posibilidad de la ilegalización y la quita de recursos.
¡No a la persecución política!
¡No a la estigmatización de los métodos de lucha de la clase!
¡No al disciplinamiento social para pasar más ajuste!