La industria automotriz ha acelerado el paso en la producción y con ello ha presionado a las autopartistas a ponerse a tiro con el momento.
Las cifras escandalosas en las ganancias de las automotrices y de las autopartistas (entre ellas, las del neumático) no tienen parangón en la historia de este sector.
Sin embrago, nuestro salario se ha deteriorado sensiblemente y los ritmos de producción se vuelven insoportables.
La crisis de los trabajadores es económica y social. Nos empujan a una vida indigna desde todo punto de vista. Las y los trabajadores del neumático así lo vivimos cuándo ya no sabemos qué es un fin de semana con la familia o cuando apenas podemos compartir la crianza de nuestros hijos. Nuestras esposas o nuestros maridos (dentro o fuera del establecimiento) están sometidos o sometidas a estas mismas circunstancias.
El SUTNA llama a un paro de 24 horas a realizarse mañana viernes 20 de mayo. Afectará a las tres grandes fábricas de cubiertas (Bridgestone, Pirelli y Fate), quienes proveen prácticamente a todos los vehículos que se producen en nuestro país.
¡Paremos el viernes! Sepamos que cada lucha que hemos hecho en estos años no ha sido en vano ni lo será si persistimos en organizarnos desde bien abajo, en donde la masividad de la medida de fuerza se haga presente y que a la vez se sostenga la asamblea en cada sector como garantía de triunfo de la lucha.
¡Eso es verdadera democracia! en donde las mayorías decidimos y ejecutamos sin “delegar” a nadie que negocie a nuestras espaldas, práctica muy común de un sindicalismo que está muriendo, pero persiste en dañar la organización independiente y por abajo.
El llamado al paro de mañana viernes es una medida de fuerza que se viene amasando desde hace mucho tiempo. Lo cierto es que dentro de las plantas hay dos factores que empujan a la medida de fuerza:
1.- Por un lado, que el salario ha perdido el poder de compra.
2.- Por el otro, el apriete por mayor productividad. Es decir: ritmos de producción más acelerados y condiciones de trabajo cada vez más deterioradas.
En las bases ha crecido el debate y la preocupación. La medida de fuerza es una respuesta que ha sido gestada desde el protagonismo que viene de muy abajo y de muchísimo tiempo.
Es en estas circunstancias del enfrentamiento en donde hay que acelerar la convocatoria a asambleas por sector, fortalecer el debate y propuestas de lucha que sostengan masivamente la medida de fuerza.
Es un momento en donde no se le puede “delegar al sindicato de devenir de los hechos”. Por el contrario, en las bases, en los sectores que llamen a asamblea debemos exigir que los reclamos expuestos llevan años y que los mismos fueron “delegados” a “nuestros representantes” y seguimos en veremos y en promesas nunca cumplidas.
Para sostener estas medidas de lucha hay que:
1.- Acelerar la asamblea por sector,
2.- Organizar los mismos con independencia de todo lo que nos venga de arriba
3.- Y desde allí imponer la medida.
Que los “representantes” sientan que la fuerza viene de abajo y que la democracia no pasa por un puñado de delegados que nos bajan las resoluciones cocinadas a espaldas de las y los trabajadores.
Es hora que cada sector debata y tome resolución, que de la asamblea en cada ámbito se marche a una asamblea general. Y que desde allí la totalidad de los compañeros estén “empapados” de las negociaciones que nunca más deberán hacerse a nuestras espaldas.
¡No delegamos a “nuestros representantes”! Somos las mayorías organizadas en cada sector quienes decidiremos el rumbo de esta medida de fuerza para que la misma llegue a buen puerto.