Avanzar en el carácter de la huelga debe ser un tema central de debate y discusión en todas las plantas del neumático.
En primer término, en cada sector y en cada lugar de trabajo, convoque o no convoque el sindicato, hay que abrir el debate sobre la huelga en sí pero además tratar el involucramiento de todos los trabajadores, que cada compañero ocupe un puesto de lucha y que ello sea indelegable. Se hace indispensable la preparación y ejecución de la asamblea por sector y avanzar en la asamblea general con el mismo carácter.
La huelga es por reclamos económicos y a la vez es política, porque de lo que se trata en lo fundamental es que la clase debe dar respuesta como clase. Para ello es necesario politizar el objetivo de la misma.
La burguesía y sus gobiernos de turno lograron avanzar en el achatamiento del salario, en conseguir mejores niveles de productividad y en una reforma laboral de hecho solo hasta donde pudieron, producto de la resistencia de la propia clase. Para ello la clase dominante y el empresariado actúan como tal, como clase.
En estas circunstancias la huelga no puede limitarse a una confrontación entre las cúpulas sindicales y los patrones, de ninguna manera. Si vamos a una huelga en serio, para ganarla hay que movilizar desde bien abajo, asimilar que la misma tiene que tener aguante y un apoyo de la sociedad entera.
Estas tareas tienen que estar en manos de todos los obreros de las plantas. Que los mismos puedan y deban salir a las demás industrias para hacer conocer su huelga, su lucha y así gestar una solidaridad de hecho.
En una situación, las familias también deben prepararse para actuar, transformándose en un puntal para romper el cerco de la desinformación y el aislamiento. Los mismos obreros en huelga son los que tienen que preparar la propaganda para difundir la misma y organizar el sostenimiento económico.
La huelga saldrá triunfante si hay masividad y hay extensión del conflicto. Partir de la movilización local, masificarla con los barrios y empresas lindantes. Hacerse fuerte localmente es la forma en que se irá nacionalizando el conflicto.
Este no es un conflicto más, ni para la clase dominante ni para nuestra clase.
Por eso la huelga no puede ni debe ser tomada a la ligera.
Si vamos a la huelga como hoy, el paso siguiente es preparar la participación de todos y todas en el enfrentamiento.