Publicamos el texto de un volante nacional de nuestro Partido.
La primera política es la de los partidos del circo electoral, donde lo único que se dirimen es qué sector se quedará con algún carguito para administrar los intereses del poder económico que representan.
La segunda es la que vivimos los explotados, que estamos pagando la fiesta de ganancias de las empresas y sus socios (sindicatos, políticos, periodistas, etc.). Para nosotros, todos los candidatos representan una misma política: más explotación. Ningún proceso electoral va a resolver la catástrofe e incertidumbre que vivimos día a día.
¿CUÁL ES LA SALIDA?
Ellos tienen sus plataformas electorales, nosotros tenemos que pelear por nuestra plataforma de lucha, por nuestras reivindicaciones inmediatas del momento actual.
- Recomposición salarial. Salario mínimo igual a la canasta familiar.
- Contra los aprietes por mayor productividad
- Contra toda persecución política dentro del trabajo.
Estos puntos son el programa de lucha que efectivamente está llevando a cabo la clase obrera.
En este sentido se han dado muchísimos conflictos en estos días en la industria (Coca Cola en Córdoba, las metalúrgicas de Tierra del Fuego, azucareros de Tucumán, Jujuy y Salta, metalúrgicos, etc.). También ha habido conflictos estatales muy importantes, como los docentes autoconvocados en el norte del país, que se plantaron nuevamente por fuera de los sindicatos, eligiendo voceros independientes y presionando sobre las paritarias ya firmadas.
Estos conflictos, además, nos indican cómo hay que salir a luchar: superando a los sindicatos y sus trampas institucionales, sin esperar “que se pongan al frente” y desarrollando una verdadera democracia directa.
Hay una clase que está luchando, por más que quieran silenciarla.
Esa lucha hay que extenderla, profundizarla, que se convierta en una movida nacional contra las políticas de explotación.
Pero para eso tenemos que asumir conciencia como clase de estas tareas: hacer consciente que existen estas metodologías de democracia directa, que superan a los sindicatos y resultan más efectivas; conscientes de que en la práctica ya tenemos un programa de lucha concreto, que no es electoral; y tenemos que hacer consciente que solo a través de esa lucha de clases podremos construir una verdadera salida para el pueblo trabajador, una salida revolucionaria. El resto, son promesas de campaña
CON DEMOCRACIA DIRECTA, ORGANICEMOS LA REBELIÓN