Los resultados de las PASO en Chaco dieron muestra de una situación de crisis del sistema representativo y su farsa electoral. Está claro que en las listas sólo había representantes de la política que beneficia a los ricos y poderosos, siempre en contra de los intereses populares. Es el capitalismo que evidencia su putrefacción interna y los sufrimientos que genera en las grandes mayorías.
El pueblo de la provincia demostró con un porcentaje de ausentismo cercano al 40% y un voto en blanco que sumó más de 50.000 electores, que la impugnación de este circo es inobjetable. Cualquiera de las opciones que se presentaron quedó muy lejos de los números que mostraron la bronca contra el modelo de promesas y discursos mentirosos que hemos visto en la campaña.
En las urnas pudimos ver que tenemos el 50% de la población por debajo de la línea de pobreza, un sector de empleados públicos con salarios ajustados que vienen corriendo de atrás a la inflación, un gobierno corrupto que malgasta los recursos del estado, un aparato productivo concentrado que deja la riqueza social en un puñado de empresarios. Y por supuesto: ¡Nos sigue faltando Cecilia Strzyzowski! El reclamo por su aparición y el castigo a los que cometieron el crimen es un grito que se escucha de punta a punta.
El domingo la burguesía y sus personeros sufrieron una contundente derrota, que agudiza el momento de debilidad de su dominio. Es una oportunidad para profundizar nuestra agenda:
* Justicia para Cecilia, YA.
* Salarios iguales a la canasta familiar.
* Mejoras en la educación y la salud pública.
La movilización de las últimas semanas da cuenta de un YA BASTA que es un paso extraordinario en la lucha por nuestra dignidad. Es una política distinta, de democracia verdadera y con las necesidades del pueblo como centro. Ahora es tiempo de insistir por ese camino, con la organización por abajo en cada puesto de laburo, en cada barrio o localidad. Nuestra fuerza está en las calles, para que de una vez por todas entiendan que EL PUEBLO MANDA.