Luchas que van transitando nuevos caminos y rompiendo con lo viejo


El escenario abruma por la crisis y el ajuste. Sin embargo y como pocas veces visto en las últimas décadas, la lucha de clases se abre paso y atraviesa el circo electoral sin pedir permiso.

Tanto es así que en el término del último mes se han desarrollado un conjunto de luchas que involucran de lleno a los mal llamados trabajadores tercerizados en diversas expresiones laborales que van desde metalúrgicos hasta ferroviarios.

En esta situación, donde los obreros vilipendiados por las políticas de división, de superexplotación, de abusos laborales y las elecciones burguesas pasan a un segundo plano y priman las demandas inmediatas, las demandas obreras y de clase.

En el transcurso de la semana pasada ello se expresó con suma evidencia. El paro de los trabajadores de Siderca con bloqueo de portones en Campana, con la presencia y solidaridad de los trabajadores ferroviarios y de otras ramas, el inicio de una huelga de los trabajadores de mantenimiento y desmalezado del Ferrocarril Sarmiento o del Belgrano sur, el paro y cortes de vías del ferrocarril Roca. El denominador común de todos es el pase a planta, la recomposición salarial, igual salario por igual trabajo, el reconocimiento de los derechos laborales y basta de discriminación salarial y laboral.

Las respuestas patronales se reducen a que vayan al Ministerio de Trabajo… Ya se sabe que éste se dedica a patear el asunto para adelante como se viene haciendo desde hace años.

La indisimulable complicidad y apoyo de las cúpulas de UOM, de la Unión Ferroviaria lista Verde de Sacia, Bordó del Pollo Sobrero y la Marrón de Maturano contribuyen abiertamente a todo ello, ya que están subordinadas a las patronales. Al mismo tiempo integran el andamiaje de empresas que tercerizan y superexplotan, avalando este atropello a los derechos laborales y haciéndoles el juego a la clase dominante que mediante estos mecanismos de tercerización no solo reducen salarios sino obtienen a cambio más productividad sin equiparación.

La priorización de la resolución de estas necesidades urgentes ya no estan sujetas a las conveniencias politicas, al momento o a la predisposición de uno u otro capitoste electoralero o burócrata o a la situación de coyuntural dictada por los de arriba.

Por el contrario, como las politicas del capital monopolista, el Estado y los mal llamados representantes sindicales expresan un sufrimiento permanente de una masa enorme de obreros tratados como escoria, el odio de clase se acentúa.

La independencia política descansa sobre el odio al oprobio de la burguesía monopolista y sus lacayos. Por lo tanto, su acción y sus luchas ya están transitando nuevos caminos que van rompiendo con lo viejo y avanzando en conciencia de clase.

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