Reproducimos el texto de un volante que nuestro partido está distribuyendo en la zona del conflicto, marcando postura respecto al papel que está jugando el sindicato empresarial de la UOM y cuáles son los verdaderos desafíos que tenemos las bases trabajadoras a la hora de tomar nuestras decisiones.
“Luego de los descuentos causados por un “plan de lucha” totalmente inconsulto, diagramado por la Burocracia Nacional de la U.O.M (que no generó ninguna asamblea para definirlo), seguramente, en sus cabecitas iluminadas entendieron que iban a “correr con la vaina” a las Cámaras y que (luego del paro de 24 horas) las mismas saldrían corriendo a arreglar.
Donde no se detuvieron siquiera a observar la realidad de cada planta para elaborar una medida coherente y que impacte en los bolsillos de las empresas y no solamente en los de los compañeros. Generaron un paro de 72 horas en una planta que (por diferentes motivos) ya estaba parada sin producir. Esto derivó en descuentos masivos que solo sirvieron para que la empresa se ahorre de pagar esos días, pero donde sí aprovechó para hacer otras tareas como (por ejemplo): reparaciones, montar equipos nuevos, limpieza, etc.
Ahora, la Directiva Local utilizando el mismo razonamiento (nuevamente sin consultar) sin realizar asambleas, ni siquiera una junta de delegados donde puedan escuchar que opinan los compañeros en los sectores (o mejor dicho, convocando a una junta improvisada “con los que puedan ir” dentro de la planta), después de sacar el comunicado solo explicando los por qué de la decisión que ya tomaron, declaran un paro activo por tiempo indeterminado.
No vamos a profundizar en cómo cayó esto en el ánimo de los compañeros que cobraron sueldos entre $ 50.000 y $ 250.000 el jueves… Eso lo dejamos para que lo expresen ellos, seguramente van a ser más claros y contundentes.
Pero sí nos queremos detener a analizar un poco más en profundidad la decisión inconsulta de la directiva local de la U.O.M de Villa Constitución.
Hay que partir de la base que esta decisión se toma luego de que “no se logra acordar un adelanto de paritarias” (algo que sí se dio en SIDERAR Y SIDERCA). Por lo tanto, esta medida es sólo para Acindar.
Analizando el comunicado que anuncia la misma, se acusa al grupo Techint y al gobierno actual de su “intransigencia”, manteniéndonos a los siderúrgicos con sueldos de hambre. Pero no explica por qué esta medida tan contundente se da ante la negativa de Acindar a dar un adelanto (cosa que si hicieron las empresas de Paolo Rocca) y no directamente por paritarias y con el acompañamiento de las demás siderúrgicas.
El secreto está en la lucha interburguesa que hoy se está dando en el país. Donde el grupo Acindar Arcelor Mittal y sus “escuderos” de la U.O.M son voceros y punta de lanza de un grupo de empresas monopolistas que presionan por conseguir mayores beneficios dentro del plan del actual gobierno. Un plan que el grupo Techint apoya y alienta abiertamente, con varios ejecutivos de esta empresa que pasaron a ocupar cargos políticos en el actual gobierno.
Nuevamente se mueven a partir de los intereses empresariales, como lo hicieron con la marcha a la autopista a Rosario en defensa de la “industria nacional”, como si estos monopolios transnacionales tuvieran bandera.
Un gremio que dice representarnos nos usa de carne de cañón para definir sus disputas y mezquindades políticas y económicas.
Y que muy lejos están de querer solucionar nuestros problemas. Al contrario: los profundizan, para desde allí pararse “a cada lado de la grieta” a cascotearse. Pero donde en el fondo estamos nosotros, los trabajadores, sosteniendo con nuestra miseria y la de nuestras familias estas disputas interburguesas.
No dejemos que estos burócratas alineados con la empresa sean los que decidan por nosotros. Donde ahora ni siquiera se hacen las juntas de delegados, como para salvar las formas… La realidad es que nos están empujando cada vez más a la miseria de nuestras familias, con el afán de saldar sus diferencias y mezquindades.
COMPAÑEROS: hoy más que nunca multipliquemos las asambleas que ya se están haciendo en nuestros sectores, galpones, comedores y empresas. Forcemos una asamblea general donde seamos los trabajadores los que tomemos las riendas de nuestro destino.
No permitamos que nos sigan empujando al abismo para salvar sus intereses.
Tomemos nuestras propias decisiones”.