Sobre el conflicto por el presupuesto universitario


Como es de público conocimiento, el gobierno de Javier Milei “pisó” los fondos destinados al funcionamiento de a las Universidades manteniendo el mismo importe que el asignado en el presupuesto nacional del año 2023.

El ajuste es monumental y se hace sobre la ya precarizada y desfinanciada educación pública que bajo el gobierno de Macri sufrió un ajuste de casi el 20%, que luego fue consolidado por el gobierno de los Fernández en el 2023. Las medidas actuales han llevado el presupuesto universitario a su nivel más bajo desde hace casi 30 años.

Cualquier hijo de vecino podrá darse cuenta rápidamente que con un nivel inflacionario interanual (que oscila el 300%) si una familia tuviese que afrontar sus gastos comunes con la misma plata que disponía un año atrás sería una catástrofe.

Esto es lo que ocurre hoy con las Universidades (y cosa que seguramente también está ocurriendo en muchos otros casos), totalmente desfinanciadas, donde los recursos apenas alcanzan para unos meses de funcionamiento. Luego de que se viralizaran las imágenes de la Facultad de Medicina de la UBA a oscuras, o cuando la semana pasada masivamente la comunidad universitaria abrazaba el edificio Cero + Infinito perteneciente a Exactas en Ciudad Universitaria, o se prepara un abrazo al Hospital de Clínicas, este tema ha ido ganando espacio en la opinión pública a fuerza de decenas de acciones por abajo como éstas en defensa del presupuesto universitario. Como parte de ello se prepara una Marcha Federal Educativa para el día martes 23 de abril convocada por el Frente Sindical de Universidades Nacionales y el CIN.

Este gobierno -gerente de los monopolios- ha declarado una guerra a trabajadores, estudiantes y al pueblo oprimido, contando con la complicidad de otros sectores políticos que se hacen los distraídos.

La emergencia es enorme y así no se puede seguir. Está claro que se trata de un ataque directo a la Educación Pública con el objetivo de desprestigiarla y vaciarla, buscando favorecer a las instituciones privadas, destinadas a un sector muy pequeño que puede acceder a ellas.

Por eso la comunidad educativa comienza a organizarse y resiste en defensa de la educación pública, gratuita y de calidad, inclusive por encima de las burocracias sindicales llamadas a garantizar la gobernabilidad y que sólo se enteran de lo que ocurre cuando aparece la presión de las bases trabajadoras.

Como planteamos en el volante que nuestro Partido va a distribuir el día de la movilización: “Para derrotar el plan del gobierno es necesario organizarnos y movilizarnos desde las bases, con asambleas autoconvocadas, con asambleas por aula, donde cada estudiante pueda expresarse libremente, y con ejercicio de la acción directa”.

Recorriendo ese camino y construyendo una verdadera democracia directa comenzaremos a levantar un genuino movimiento estudiantil que rompa con todas las prácticas de esos aparatos políticos que nos han dividido porque solo les interesa la farsa electoral.

Derrotaremos el plan del gobierno activando la lucha de clases.

Como lo ha sido a lo largo de la historia de las luchas populares en nuestro país, en donde la clase obrera y el movimiento estudiantil han sido actores determinantes.

El Cordobazo, el Correntinazo, el Rosariazo, ejemplos contundentes de la acción de estudiantes y obreros como protagonistas de insurrecciones que hasta se alzaron contra dictaduras como la de Onganía, por ejemplo.

Somos parte de esa historia. En nuestras manos está construir este presente y mirar al futuro.


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