1° de mayo: se construye un camino que va haciendo surcos


Los aceiteros picaron en punta en contra de la disminución de la base para el pago del llamado impuesto a las ganancias. A partir del mediodía de ayer iniciaron un paro en contra del mismo, lo cual está incluido en la Ley Bases que los diputados acaban de aprobar en general en una de tantas sesiones vergonzosas.

Si bien la medida se declaró en el cordón de San Lorenzo (Sta. Fe), hoy a primera hora lo tomó la Federación aceitera y lo extendió a otras fábricas.

En la planta de Dánica (Llavallol), la medida comenzó en forma progresiva y «segura» a las 11 hs. y hoy a la noche va a estar parada toda la planta. El PARO es con los compañeros adentro de la fábrica y cada uno en sus turnos, lo cual confiere una calidad diferente a los paros domingueros que en general practican la CGT y los gremialistas entregadores.

También se han sumado los trabajadores del SENASA, lo cual afecta a las exportaciones.

Es evidente que los campos del enfrentamiento están bien definidos y que, las medidas tomadas son antagónicas a la política del gobierno y de los monopolios que cuenta con el acompañamiento de los dirigentes pro empresariales del sindicalismo.

Mientras, todo el arco político de la burguesía reunido en el Congreso, desde los más reaccionarios a los que lucen su pátina de izquierda, discuten, hacen lobby, prestan su presencia y negocian la aprobación de la Ley Bases que da una vuelta de tuerca más a favor de la explotación y de las medidas represivas para someter a la clase obrera y sectores populares. Todos, sin excepción, sabían de antemano, cuál sería el resultado de la votación, así que ninguno puede hacerse el distraído.

La lucha de clases se tensa cada vez más y, al mismo tiempo, se aclaran los intereses contrarios entre las demandas y aspiraciones populares y el gobierno de los monopolios.

Las jornadas del 24 de enero, del 24 marzo y la más reciente del 23 de abril, han dejado un surco por donde transitarán y se multiplicarán las luchas de obreros y pueblo oprimido, poniendo blanco sobre negro que las mismas son de carácter político.

El mismo enemigo de clase, se vio acorralado y fue obligado a llevar el enfrentamiento al este terreno poniendo en cuestión, no sólo la distribución de la riqueza sino también las medidas políticas que garantizan, sostienen y profundizan la desigualdad, el fortalecimiento de las cadenas que atan al salario de hambre y a la exclusión, y el desguace de los derechos y conquistas logrados con batallas intensas y sacrificadas a lo largo de nuestra historia. Con ello, profundiza su crisis política, las contradicciones entre monopolios, y ponen en cuestión a todas las instituciones estatales que le sirven como herramienta de dominación y disciplinamiento.

Es por esa razón, que las y los revolucionarios en particular (con nuestro partido a la cabeza del compromiso) y la clase obrera en general, debemos hacer consciente la situación que estamos viviendo, para no confundir los objetivos de las luchas que son claramente políticos.

Las energías, las acciones y la organización para lograr cada cosa que nos proponemos no debe salirse del carril político, pues queda claro que para poder lograr mejores condiciones de vida en cualquiera y todos los aspectos, deberemos enfrentar el plan de gobierno y los dueños de los monopolios más concentrados.

Así como Milei y el poder ejecutivo, escudados en mentiras y promesas falsas pergeñadas para confundir, no renuncian a plantar las leyes y medidas que aumenten las ganancias y la hegemonía de la burguesía como clase que decide sobre nuestras vidas, el proletariado y los sectores oprimidos del pueblo, deberemos ir, desde cada empresa, barrio o centro de estudio, desarrollando la unidad popular independiente de la tutela de la burguesía en cualquiera de sus expresiones políticas, para decidir desde las bases, los objetivos, la organización para lograrlos y el momento de la acción.

Acumular fuerzas desde la clase obrera, gestar y robustecer las organizaciones políticas de masas en cada lugar uniendo a la clase obrera con los demás sectores oprimidos del pueblo, nos hará fuertes en lo local, poniendo en la práctica como referente natural a las organizaciones de la clase que todo lo produce única capaz de atraer con su fuerza a los demás sectores populares.

Transitar ese camino ya iniciado, desde lo pequeño a lo grande, desde la resistencia a la ofensiva, desde la organización del poder local hacia la toma del poder nacional, es la única garantía de una verdadera salida.

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