Reportaje a la Dirección del PRT – Revista SUPERNOVA


Publicamos un reportaje que realizara nuestro Partido hacia finales del mes de marzo a pedido de los camaradas de la Revista Supernova (Nº6 / 2024) que se edita en Francia. 

Ha transcurrido algo de tiempo desde que realizamos este trabajo y «bastante agua ha pasado bajo el puente» en nuestro país, con una lucha de clases que no se detiene. De todos modos, consideramos que las respuestas no han perdido vigencia y -sobre todo- que las preguntas nos muestran cuáles son las inquietudes cuando se mira hacia nuestro país. Festejamos que ni la distancia ni el idioma hayan sido un impedimento para estrechar lazos entre revolucionarios.

Incluimos el link de la página SUPERNOVA REVUE COMMUNISTE en donde además de la revista en donde está publicado el reportaje al PRT podrán encontrarse diferentes artículos políticos e ideológicos de diversos países y continentes. 

Agradecemos desde ya a las y los camaradas franceses por publicar esta nota, como forma de continuar construyendo el internacionalismo proletario. Para que continuemos «soñando pero en serio», como dice la portada de su sitio web, recordándonos a Lenin. 


1) El nuevo gobierno argentino y la figura del presidente Javier Milei, un liberal con motosierra, llevan varias semanas siendo noticia en Europa. Su abierta sumisión a Estados Unidos, la destrucción de las garantías de los trabajadores, la ruptura de relaciones con los BRICS… han atraído la atención internacional. ¿Cuáles son los principales cambios del actual gobierno respecto al pasado?

– Lo primero que quisiéramos transmitir es que sería un error pensar que en Argentina existió un voto “ideológico”, que el pueblo “ha girado a la derecha” o que “avanzan fértiles las ideas del fascismo” entre las masas.

Esto no es así y las y los revolucionarios debemos tener la mente fría, ser pacientes y estar serenos en los tiempos que vienen frente a las voces que pretenderán aislarnos y corrernos del verdadero eje de la confrontación, marcado por la lucha de clase contra clase.

Ha habido un “voto político” en contra de una situación de explotación, hambre y miseria, y en contra de las recurrentes mentiras y promesas de todos los políticos burgueses que nos han llevado a esta situación.

Pero esto no significa de ninguna manera un “cheque en blanco” para Milei y su gobierno, ni que vaya a tener las manos libres para hacer lo que quiera. Al contrario: es un aviso sobre la situación que la burguesía va a tener que enfrentar a la hora de profundizar el ajuste, condición excluyente para el devenir de la economía argentina (ganase quien ganase las elecciones).

El problema para gobernar lo tiene la burguesía.  Clase que no sólo no resolvió su crisis política con las últimas elecciones, sino que terminó atrapada en las redes de su nuevo engaño, lo que indudablemente agudizará sus problemas precedentes. Un Parlamento totalmente fraccionado, la necesidad de alinear gobernadores o intendentes que pasarán sus facturas -obviamente- a la hora de ofrecer su alineamiento, y un sinnúmero de contradicciones que lejos de desaparecer se profundizarán.

En definitiva, lo que “cambió” con la asunción del gobierno de Milei es en manos de qué facción burguesa ha quedado el poder del Estado al servicio de los monopolios, en medio de una profunda crisis en donde no hay una facción que logre imponerse sobre otra de forma contundente.

También queremos ser claros: tampoco debe subestimarse esta situación.

Existen facciones de la burguesía monopolista que -aprovechando ciertos discursos reaccionarios- se han envalentonado e intentarán “ir por todo”, avanzando desde lo político y económico en contra de la clase obrera. Y no esperemos ninguna “racionalidad” en algunas decisiones, intentarán hacerse de todo lo que se les permita.

Así mismo, cabe destacar que el actual gobierno argentino profesa un profundo anticomunismo, basado en su acérrima verborragia llena de mentiras y distorsiones respecto a su interpretación de la historia y de los procesos sociales y políticos.

– ¿Cuáles son los puntos de continuidad con el pasado?

La continuidad es el sostenimiento de la propia democracia burguesa, que -a pesar de su crisis y su decadencia (que son cada vez más profundas)- se sigue ofreciendo ante los ojos del pueblo como el único camino de “resolución a sus problemas”. En eso todas las facciones están alineadas y no hay oposiciones en el marco de la institucionalidad. La burguesía como clase siempre es burguesía, por lo que las patronales van a ir por más productividad, por ordenar su productividad, como lo vienen intentando en todo el planeta. Y allí el intento de disciplinamiento de la clase obrera pasa a ser un objetivo primordial para todos ellos.

A esto hay que agregarle que ya hoy venimos teniendo una serie de conflictos que se plantan frente a los atropellos de la clase en el poder, tanto en la gran industria como en los servicios de salud y educación, por ejemplo, sobre los que seguramente nos detendremos más adelante.

2) ¿Qué sectores de la burguesía monopolista apoyan a Milei?

En otras etapas históricas en la Argentina, esta respuesta hubiera sido más clara. Hoy resulta bastante complicado ser categórico, debido a la profunda crisis política que describimos anteriormente y que no encuentra resolución.

Todo está en movimiento, los que hoy aparecen apoyando al gobierno mañana se corren; los que hoy están en “la vereda de enfrente” obtienen la promesa de algún nuevo negocio y se suman rápidamente… Lo que queremos transmitir -en esencia- es que hay una enorme inestabilidad y que –justamente- eso es lo que coloca el problema de la gobernabilidad como uno de los principales problemas a resolver por la clase dominante.

Hay diversos sectores expectantes a la espera de resoluciones concretas del gobierno para darle o no su “apoyo” públicamente.

Como “dato de color” (si se quiere) podemos mencionar que uno de los más importantes monopolios con base productiva en nuestro país (el Grupo Techint, con su cara visible, Paolo Rocca) ha colocado en varios puestos importantes del gobierno a ex directores y/o CEOS de su compañía, en áreas petroleras, energéticas o del trabajo.

Es, hoy por hoy, quien no sólo ha ubicado cuadros de ese grupo en puestos estratégicos sino que además es el que más firmemente se ha manifestado en apoyo al gobierno de Milei y en encabezar el aspecto principal del proyecto de gobierno que es, como lo expresamos anteriormente, disciplinar a la clase obrera como elemento determinante para derrotar la resistencia de la misma y del resto de los sectores populares. No es el único, por supuesto.

– ¿Recibe el gobierno de Milei apoyo directo de los militares argentinos?

No es algo que se haya hecho público de forma expresa, organizada o institucionalmente.

Hay algunos pocos personajes -por supuesto- que de manera individual difunden palabras de apoyo, sobre todo en relación a la posición negacionista del actual gobierno respecto a los hechos aberrantes transcurridos durante la dictadura militar que gobernó la Argentina entre marzo de 1976 y diciembre de 1983, y a la reivindicación de los genocidas.

Pero no va más allá de ello.

Es más, hay un conflicto que ha trascendido y que se refleja en el terreno político: la intención o anhelo del gobierno de Milei es que las Fuerzas Armadas intervengan directamente en los problemas de la seguridad interior (combatiendo el narcotráfico, por ejemplo, en la Ciudad de Rosario, Santa Fé) cosa expresamente prohibida por la Constitución Nacional. Lo que trasciende es que las Fuerzas Armadas se oponen rotundamente a que se las coloque en esa función y no quieren saber nada con que se los coloque en esa confrontación.

– ¿Está unida la derecha argentina en su apoyo a Milei?

Sin ánimo de debatir o confrontar, porque entendemos que hay palabras o definiciones que trascienden las fronteras y en cada país tienen su interpretación histórica, nuestro Partido piensa que definiciones como “derecha” o “izquierda” no expresan en realidad correctamente hoy posiciones políticas que nos digan cosas demasiado profundas. Es cierto que hay una especie de “tradición”, de dividir “la ideología” bajo ese espectro. Como marxistas leninistas que somos, entendemos que hay una ideología revolucionaria (la del proletariado) y una ideología contra revolucionaria (la de la burguesía).

Dicho esto, “la derecha argentina” es un campo bastante difícil de definir o encapsular. Podríamos decir que en todas las expresiones políticas de la burguesía (y nos referimos a los partidos políticos del sistema) hay sectores que podrían encasillarse como de “derecha”. Son profundamente contra revolucionarios (más o menos reaccionarios) y tienen como objetivo sostener como sea el orden burgués. Unidos detrás del gobierno no están todos de forma “monolítica”, desde luego, cosa que también demuestra la crisis política que tienen como clase.

3) ¿Existen movimientos reaccionarios de masas en Argentina que apoyen directamente al gobierno? ¿Existe un movimiento político organizado vinculado al presidente Milei?

La respuesta a esta pregunta se deduce de lo que mencionamos al principio de este reportaje: no hay movimientos de masas reaccionarios o un movimiento político organizado vinculado al gobierno de Milei. No vemos que eso esté ocurriendo. Lo que sí hay es una base social totalmente desencantada políticamente con todas las experiencias políticas anteriores y que expresó su voto a esta especie de “outsider” de la política a través del cual canalizó su bronca.

No está de más aclarar que hubo una mayoría de la población que –por un lado- “votó con el bolsillo” como se dice vulgarmente; y por el otro, votó en contra de las mentiras de la política y de un gobierno que había empobrecido a millones de personas. Frente a dos “opciones” pésimas primó la voluntad de “votar en contra de”.

Podemos agregar que sí hay un trabajo bastante organizado desde las usinas del gobierno en la utilización de las redes sociales como herramienta de propaganda; en donde claramente se han organizado grupos de “trolls” a través de empresas profesionales, que buscan instalar ideas o consignas atacando a “opositores” para viralizar sus contenidos.

Y medios masivos de incomunicación que viven haciéndose eco de tales maniobras, intentando convencernos que ahora el mundo pasó a ser lo que pasa en las redes sociales y no en la realidad concreta.

4) Los anteriores gobiernos neo-peronistas de centro-izquierda «destruyeron» el país creando una deuda monstruosa. Su horizonte político era el «liberalismo» de izquierdas, muy apreciado incluso por la izquierda liberal europea. ¿Cuál es el peso del bloque de izquierda liberal en Argentina?

Nosotros denominamos a esos gobiernos como populistas y reformistas, en donde una de sus características principales es la conciliación de clases. Su base material ideológico política es la pequeña burguesía, pero su influencia supera a esta capa social y se instala también en sectores proletarios.

Lo dicho: se caracteriza por desconocer la contradicción antagónica entre burguesía y proletariado y, sobre todo, la fase imperialista del capitalismo en la época actual: el Capitalismo Monopolista de Estado (CME). Le encanta criticar las aristas más duras del sistema tales como la pobreza, el hambre, las desigualdades, la injusticia, las carencias educacionales, de salud, de seguridad, etc. Pero nunca cuestionará de fondo el poder dominante.

Asigna a los gobiernos y a los políticos electos el poder de decisión sobre las políticas de Estado. Ellos vendrían a ser los políticos “buenos” que gobernarán a favor del pueblo.

Se rodean de una intelectualidad populista, verdaderos idiotas útiles al servicio de la burguesía más concentrada, verdaderos bomberos de la rebeldía social.

Podríamos decir que los gobiernos populistas y reformistas que precedieron a Milei, identificados con el peronismo o el kirchnerismo, están bajo esta concepción.

Serán “ellos” los que acercarán a los cambios que dignificarán a las masas populares porque hoy no se puede (ni se debe, agregamos nosotros) hablar de revolución.

Nos dicen que es posible el tránsito hacia el beneficio social bajo el poder del capitalismo (un “capitalismo bueno, más humano”); que, si el gobierno hace las cosas bien los bancos, los que acaparan las fuentes de materias primas, las grandes empresas industriales y comerciales, las más concentradas van a aceptar una disminución en sus ganancias en beneficio de las mayotias y en medio de la agudísima competencia internacional por la supremacía de los negocios…

Nos dicen que la deuda externa fue adquirida por préstamos de la banca internacional para beneficio del país y que el dinero no supo destinarse a donde debiera habérselo hecho y, en consecuencia, a pesar de la ausencia de beneficio para la población, ahora hay que pagarla de todos modos. Cuando en realidad esa “deuda” fue la forma en que los capitales más concentrados, con la complicidad de los funcionarios estatales hicieron por años una extracción enorme de plusvalía generada por el esfuerzo de millones de trabajadores argentinos quienes, bajo condiciones extremas de labor intensiva, dejan girones de sus propias vidas y la de sus familias, cada día.

En fin, un “más de lo mismo” que solamente busca perpetrar en el poder a la misma clase que nos domina hace cientos de años.

¿Cuál es su peso en la política argentina? Claro que existe “la izquierda liberal” como la definen ustedes, no para de hacer su política de conciliación y diversionista, hacen un gran daño en sectores obreros a los que oculta su verdadera conciencia de clase y “embarran la cancha” como decimos en Argentina donde el fútbol es una de nuestras pasiones.

Pero atención: no están exentos del profundo desprecio político que recorre a amplias masas de la población que ya no compran más su discurso “progresista” y sabe que por ahí tampoco vendrá la solución a sus problemas cotidianos.

– ¿Cómo la izquierda obrera y revolucionaria muestra su independencia de las sirenas reformistas?

Intuimos que en respuestas precedentes ya hemos respondido a esto. Pero para sintetizar: desde nuestro Partido combatimos cualquier idea o accionar del reformismo y del populismo, denunciándolos como una expresión más de la ideología burguesa, no aceptando ni la teoría “del menos malo” ni la teoría “del derrame”, entre otras mentiras de la clase dominante. Y construyendo organizaciones obreras independientes de cualquier tutela burguesa con el objetivo revolucionario de la toma del poder en manos de la clase obrera para su definitiva emancipación.

En el plano político, y también ideológico, nuestra prédica es constante en contra de las formas de organización política y/o sindical que respeten las concepciones burguesas de la democracia representativa. Abogamos por una construcción que organice el poder de los trabajadores y el pueblo desde las bases, ejerciendo la democracia obrera o democracia directa, para que la lucha y la organización no quede prisionera de la institucionalidad de la clase dominante.

5) ¿Cuál es la respuesta de la clase obrera argentina a los ataques del gobierno de Milei?

Es muy interesante (e importante) la pregunta porque en general se subestima el papel de la clase obrera y el papel de la lucha de clases, parecieran hacernos creer que “la política” es la que pasa por el Parlamento y no por la vida real.

Sería muy difícil mencionar a todos los sectores que hoy están en lucha en defensa de sus conquistas o en contra de un nuevo recorte en sus condiciones de trabajo -e inclusive- de sus libertades políticas. Metalúrgicos, de los ingenios, pesqueros, automotrices, del transporte, de la construcción, ferroviarios, textiles, viñateros, portuarios, de la carne, mineros, jaboneros y de la alimentación, aeronáuticos, petroleros, del neumático; o docentes y trabajadores de la salud y de la ciencia a los que se suman trabajadores y trabajadoras de las más diversas esferas y organismos del Estado en varias provincias. La protesta comienza a manifestarse de forma extendida y si de algo estamos seguros es que los planes del gobierno no transitarán por “un lecho de rosas”.

En este punto quisiéramos detenernos en un hecho importante ocurrido en el final del mes de enero. El día 24 la clase obrera y el pueblo se expresaron en el plano político y las dirigencias sindicales y políticas estuvieron muy lejos del protagonismo que pretendían, en una jornada de paro nacional que la central obrera (CGT) se vio obligada a convocar por el malestar creciente de las bases.

El pueblo en las calles de varias ciudades del país hizo caso omiso a las disputas interburguesa. Hubo una movilización que ha sido un hecho histórico y no estaríamos muy alejados de la realidad al caracterizar ese momento como de inflexión en la lucha de clases.

Cientos y cientos de miles se manifestaron en contra del plan de gobierno en todo el país. Las calles fueron ganadas y la predisposición nos mostró que la resistencia se irá fortaleciendo día a día. Las calles se poblaron de manifestantes con una innumerable cantidad de grupos de trabajadores organizados por fuera de sus dirigencias burocráticas. Gran parte del descontento popular se expresó y abarcó a diversos sectores de la sociedad. Multitudes que no pudieron ser acalladas por las amenazas de represión o por “protocolos” disparatados.

El plan del gobierno de los monopolios quedó herido en esa histórica jornada.

Allí estuvo nuestro Partido, con el objetivo de seguir sumando fuerzas políticas para derrotar el proyecto burgués, a sabiendas que el camino es que la movilización masiva vaya ocupando el verdadero escenario del enfrentamiento entre las clases fundamentales.

Nuestro objetivo es hacer valer esa jornada para avanzar en las referencias políticas que exigen más y más organización por abajo.

Hay mucho por hacer, es cierto. Pero lo que se hizo hay que llevarlo al debate en cada sector de trabajo. Que se discutan los nuevos pasos a seguir para sostener esta llama que se ha encendido en otro escalón.

Cosa que a la vez exige de las y los revolucionarios levantar la mirada para que esta acumulación política se traduzca en más fuerza política de organización independiente.

Sabrán ustedes que el apoyo a esta huelga de la clase obrera internacional ha sido muy extenso.  Cosa que no debe subestimarse en un contexto mundial donde la clase obrera continúa su batallar en sus propios países.

6) ¿Cuáles son las batallas libradas por el PRT contra el gobierno de Milei, y cuáles son los principales objetivos del PRT hoy, en relación con los movimientos de protesta antigubernamentales?

Para terminar con esta entrevista y agradeciendo desde ya el interés de SUPERNOVA respecto a la situación en nuestro país y en particular a los puntos de vista del PRT, no queremos dejar de mencionar que la situación es verdaderamente agobiante.

Todo el peso de la crisis capitalista la están haciendo caer sobre las espaldas trabajadoras. Superexplotación, inflación, caída de la masa salarial, destrucción de las jubilaciones y pensiones, hambre, cada vez más pobreza y miseria… en fin, padecimientos muy graves que golpean de manera diaria a la gran mayoría de la población.

Para nosotros, entre las y los compañeros de trabajo, ya no importa a quién se votó o como cada uno decidió golpear. No hay que olvidarse que uno de los objetivos de la burguesía es desclasarnos, que no nos veamos como lo que somos, la clase que genera todas sus ganancias con nuestro trabajo, la clase obrera.

Por eso, lo que transmitimos es que la única salida posible a esta situación sólo tendrá un viso de realidad si nos paramos desde los intereses de nuestra clase.

Nos tenemos que aferrar a la lucha en nuestro terreno, en cada uno de nuestros lugares de trabajo, partiendo desde el poder local.

Llamamos a profundizar la organización desde las bases como primer paso para que la clase obrera irrumpa en la escena política de nuestro país con un proyecto propio y desde su independencia de clase, y cumpla su papel de aglutinar al resto de los sectores explotados y oprimidos.

Estamos convencidos que desde allí surgirán las respuestas políticas que se constituyan en un verdadero freno a cualquier intento por recortar nuestras libertades políticas o nuestras conquistas.

Quebrar el plan del gobierno es el objetivo táctico inmediato que nuestro Partido levanta. Haciendo centro en la clase obrera, en la organización de base, independiente de cualquier variante de las fuerzas políticas y sociales de la burguesía, y alentando toda iniciativa política que aporte a minar las bases de sustentación del plan del gobierno y que tenga como eje central la participación efectiva de las masas y NO de los aparatos políticos y/o sindicales. Hacer fracasar todo aquello que atente contra nuestras condiciones de vida y de trabajo, requiere de una amplia unidad con un carácter clasista, poniendo por delante los intereses y la intervención efectivas de las masas obreras y populares. Intervención que es imposible reemplazar si lo que se persigue es la lucha revolucionaria consecuente y no ser furgón de cola de las variantes burguesas.

La derrota del plan del gobierno de Milei (que no es otra cosa que el plan de los monopolios para la Argentina) requiere de fortalecer el movimiento de luchas desde una perspectiva de independencia política y orgánica de los partidos del sistema, de sus políticas populistas y reformistas que apuntan a que el movimiento de masas siga esclavo de la institucionalidad burguesa. Para ello, debemos poner todo el esfuerzo en la organización por abajo y desmantelar cualquier atisbo de esperanza y expectativa en las fuerzas que llaman a la conciliación de clases, a respetar al sistema, a encarrilar la lucha por el camino sin salida de las instituciones del poder dominante.

Y si de algo debemos cuidarnos es del sectarismo. Entendiendo que la desazón que transitan determinados sectores del pueblo frente a esta situación sólo podrá ser superada si ponemos en primer plano un camino de resistencia desde la acción. Una propuesta desde los verdaderos intereses de nuestra clase.

Lo que hacemos todo el tiempo es llevar a los núcleos obreros que están empezando a codearse hoy con las ideas revolucionarias todo este debate en profundidad, poniendo también en la mesa no sólo la coyuntura sino los objetivos estratégicos.

Y llamamos a todos los destacamentos revolucionarios de nuestro país (que se cuentan por cientos) a mantenerse bien pegados a las necesidades de las masas y a sus aspiraciones, evitando caer en la trampa de cualquiera de las disputas que por arriba nos presenten las diferentes facciones burguesas.

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