Como continuidad de lo que viene pasando, la burguesía y su gobierno cobardemente reprimieron a la movilización por el reclamo de los 97 despidos en FATE, en un marco donde están suspendiendo, despidiendo, jugando con la extorción con los puestos de trabajo, para intentar seguir disciplinando a la clase obrera.
Si bien el pueblo viene respondiendo de variadas formas, a veces resistiendo los golpes, otras contragolpeando, este hecho marca no solo el verdadero papel de las fuerzas represivas sino también hacia dónde apuntan.
Entendemos que en este momento y en esta situación es fundamental la permanente movilización, entendiendo por ésta la participación activa de los obreros y obreras en las mismas. En cada lugar de laburo, sector por sector, impulsar verdaderas asambleas donde se debatan los problemas, donde se resuelva el qué hacer.
Necesitan del disciplinamiento para poder avanzar con la productividad, vienen por los tiempos muertos, por más exigencias, por ritmos más agotadores, en fin por más explotación. De este lado de la vereda la lucha es el camino, profundizar los lazos entre todos, mantener un permanente estado deliberativo e ir impulsando dónde se pueda pequeñas asambleas que vayan marcando el camino. Salir en busca de la unidad con obreras y obreros de las fábricas aledañas que padecen los mismos problemas que nosotros. Entender la unidad más allá de lo superestructural, que nazca bien desde abajo, eso nos va a permitir romper el verdadero aislamiento al que nos someten.