Aparecieron los “Chachos”… ¿Cuáles son nuestras tareas?


Mientras el Ejecutivo nacional se floreaba el 8 y el 9 de julio, el gobierno de la provincia de La Rioja comenzaba a pagar sueldos de empleados estatales con la cuasimoneda Bocade, también conocida como los “Chachos”. 18 gobernadores con un oído escuchando al presidente y con el otro, siguiendo atentamente este camino sin retorno adoptado por una provincia que puede provocar contagio.

Pero, ¿qué tienen que ver los “Chachos” con nuestras tareas?

Los argentinos ya “vivimos” las cuasimonedas, las sufrimos. Sin embargo, pasada esa tormenta ya por el 2004, la ridiculización de ellas más el sarcástico humor popular dejaban al desnudo ese nuevo un saqueo al salario y su implementación infame.

El “Chacho” (como cualquier otra moneda inventada) es un ataque al salario. Y a partir de allí que nos ocupamos del tema porque afecta directamente al trabajador. Y aparecen nuestras tareas.

Este “aviso” del gobierno riojano agudizará la angustia, el dolor, el odio de clase, pero también un fuerte sentimiento de incertidumbre. Con esta iniciativa no sólo se ha profundizado el apriete al trabajador, sino que además es una muestra de la anarquía que va adquiriendo el plan de gobierno, cuando en las alturas se aceleran las disputas de intereses políticos y económicos.

Al definir que nuestras tareas políticas deben centrarse en derrotar el plan de gobierno estamos planteando que temas como el que mencionamos a modo de ejemplo al principio de la nota hay que llevarlo a debatir en cada sector de trabajo en donde nos encontremos.

Sabemos que aún ese debate hay que profundizarlo, amplios sectores de trabajadores no están asociando la crisis en su trabajo al plan de gobierno.

El daño hecho por las burocracias sindicales-empresariales es tan grande que ha provocado, abajo y muy abajo, que se disocie lo que padecemos con el propio programa de gobierno.

A esos sindicalistas se los ve como traidores (hoy más que nunca) y eso es muy bueno porque significa un avance en la conciencia. Pero se vuelve en contra cuando se pierde de vista la complejidad con la que se presenta el enemigo de la clase del proletariado.

La burguesía monopolista trabaja en lo ideológico para esquivar su responsabilidad de la vida que llevamos, hablándonos con verdades a medias, de “castas” privilegiadas, de justicia corrupta o sindicalistas “ladrones”.

Esa confusión que introducen permanentemente afecta la labor de las y los revolucionarios y de las avanzadas que se van creando desde la lucha práctica y concreta. En la medida que contemplemos este fenómeno político, el criterio de unidad política por la base en cada sector de trabajo deberá ser muy amplio.

Pero nada será suficiente si desde ese debate no se van consolidando las organizaciones de base aunque ellas sean núcleos de tres o cuatro compañeros y compañeras que puedan resumir las políticas revolucionarias para las mayorías que están deliberando las cuestiones cotidianas.

Al plan del gobierno, a las “cuasimonedas”, se las debe derrotar en el plano político unificado contra el enemigo de clase, así como a todas sus artimañas para ocultarse detrás de fraseologías absurdas.

Las avanzadas de la clase deben romper con ese populismo y ese reformismo que muchas veces las han embretado con conductas traidoras, o al menos han deteriorado la confianza en un proyecto revolucionario.

Las “cuasimonedas”a la riojana son una advertencia de la anarquía con que se irán agudizando nuestras condiciones de vida. Y que las consecuencias de esta administración del Estado recaerán una vez más en contra los que generamos las riquezas.

Las avanzadas de la clase obrera deben tomar posición por la organización política independiente para avanzar en la resistencia al plan de gobierno. Y desde allí unir por la base con una perspectiva nacional que ponga freno a esta etapa negra que nos presenta el sistema capitalista y el gobierno de turno.

Las avanzadas obreras no pueden eludir sus responsabilidades políticas. Deben terminar de vacilar entre la incomodidad de un sistema que los lleva por prácticas políticas democrático burguesas para definitivamente abrazar revolucionariamente la independencia política y orgánica en los diferentes niveles, desatar las fuerzas potenciales de millones y revertir el estado actual de tanto dolor.

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