El gobierno ha salido a presumir que “los salarios en mayo le ganaron a la inflación”, pretendiendo agarrarse de cualquier dato minúsculo para intentar defender el desplome del salario real, pero la realidad, como ya sabemos los trabajadores, es muy distinta.
El dato surge del Índice de Salarios que elabora el INDEC, un indicador que ya hemos cuestionado varias veces desde esta página. Justamente para desbaratar algunas manipulaciones estadísticas, desde el PRT elaboramos el Observatorio Salarial Nacional, que calcula, entre otras cosas, el poder adquisitivo (salario real) tomando no solo el índice elaborado por el INDEC, sino también convenios colectivos de trabajo particulares.
En primer lugar, veamos que sucede con el Índice de Salarios del INDEC:
Gráfico 1: Poder Adquisitivo respecto al IPC del Índice de Empleo Formal, Informal y Público del INDEC.
Fuente: Observatorio Salarial Nacional.
Como podemos observar, efectivamente el Índice del INDEC presenta una pequeña mejoría, sin embargo, muy lejos está siquiera de retrotraer la situación a diciembre del 2023, es decir que de conjunto, el salario sigue peor que antes de la asunción de Javier Milei al gobierno. Como siempre decimos, esto no quiere decir que la situación previa fuera buena, sino que ya se venía experimentando una caída muy grande.
Ahora, este indicador esta lejos de representar la realidad. Cuando comparamos el Índice salarial para el Empleo Público del INDEC con el salario por convenio del Estado Nacional, cuya base de cálculo son las Unidades Retributivas, observamos que durante toda la serie la caída salarial fue mucho mas grande de lo que representa el índice del INDEC. Ni hablar que la “recuperación” que alardea Caputo resulta insignificante y estacional.
Gráfico 2: Poder Adquisitivo respecto al IPC del Índice de Empleo Público del INDEC y del Estado Nacional.
Fuente: Observatorio Salarial Nacional.
Para el empleo informal, una medición indirecta que se puede realizar es la comparativa con el Salario Mínimo, que en la práctica constituye el salario promedio que efectivamente existe (primero viene el hecho, y luego la formalización gubernamental). Como podemos observar, este es uno de los segmentos que mayor caída salarial ha experimentado, tanto durante el gobierno del dúo Fernández, en donde la caída experimentada durante la pandemia no presenta una recuperación seria, como desde la asunción de Milei, momento en que cae en picada.
Pero lejos de presentar siquiera una recuperación estacional, el Salario Mínimo en mayo siguió perdiendo con la inflación.
Gráfico 3: Poder Adquisitivo respecto al IPC del Índice de Empleo Informal del INDEC y del Salario Mínimo.
Fuente: Observatorio Salarial Nacional.
La evaluación del salario en el empleo formal resulta mas compleja. Los datos para elaborar un indicador transparente el INDEC y el Ministerio de Economía los tienen, peor no los quieren exponer, es decir, no los quieren desagregar por rama laboral ni por convenio colectivo de trabajo, justamente, para no quedar expuestos.
Si comparamos la evolución del índice del INDEC con el salario promedio del empleo registrado (RIPTE) observamos que la tendencia se repite y se observa una mejoría que, sin embargo, está lejos de equiparar los niveles de diciembre 2023.
Gráfico 4: Poder Adquisitivo respecto al IPC del Índice de Empleo Formal del INDEC y del RIPTE.
Fuente: Observatorio Salarial Nacional.
Sin embargo, cuando se analizan convenios como el de los metalúrgicos (UOM Rama 17) la tendencia de mayo es a una nueva pauperización del salario.
Gráfico 5: Poder Adquisitivo de la Rama 17 de la UOM.
Fuente: Observatorio Salarial Nacional.
Desde ya, existen ramas laborales que presentan cierto “empate” con la inflación desde diciembre (como los automotrices del SMATA por ejemplo), por eso, el índice general del INDEC, que de por sí es poco confiable cuando se lo compara con sectores más homogéneos como el empleo estatal, no nos dice nada respecto al salario si no aplica una granularidad mayor (detalle por ramas laborales, convenios, etc.).
Otro elemento, mas importante todavía que la evolución salarial a secas, es la relación entre los salarios y el ingreso que necesita una familia para no caer por debajo de la línea de pobreza (Canasta Básica para una familia de 4 personas). Cuando comparamos, por ejemplo, el RIPTE con la línea de pobreza, observamos que desde la asunción de Milei es la primera vez que este indicador no alcanza a superar la línea de pobreza, siendo la leve recuperación de mayo absolutamente insuficiente siquiera para volver a la paupérrima situación de diciembre.
Gráfico 6: Porcentaje de la Canasta Básica (línea de pobreza) para una familia tipo de 4 integrantes que alcanza a cubrir el RIPTE.
Fuente: Observatorio Salarial Nacional.
Ya si evaluamos lo que sucede con otras ramas del empleo formal, como metalúrgicos, la situación es todavía peor, ya que solo alcanzan a cubrir el 71% de la Canasta Básica.
Gráfico 7: Porcentaje de la Canasta Básica (línea de pobreza) para una familia tipo de 4 integrantes que alcanza a cubrir el salario básico de la Rama 17 de la UOM.
Fuente: Observatorio Salarial Nacional.
Cabe destacar que la Canasta Básica no contempla aspectos fundamentales para la vida como el alquiler, es decir que en realidad no refleja el ingreso mínimo que debiera percibir un trabajador para llegar a fin de mes de manera medianamente digna, para eso hay que tomar la Canasta Familiar, un indicador que dejó de elaborar el INDEC y que realizan de manera alternativa sindicatos como el de Aceiteros o la Junta Interna de ATE del INDEC.
Por último, otra forma de medir los ingresos es a través del consumo. En este sentido, esta misma semana el INDEC publicó la Encuesta a Supermercados, en donde el consumo no repunta, al contrario, estamos en los peores niveles de la serie, peor incluso que durante la pandemia. Según el índice de ventas (elaborado a partir del volumen de ventas en precios constantes) en mayo el nivel fue del 76,50% mientras que el valor mínimo de la serie era de septiembre del 2020 con un valor de 78,65%.
Gráfico 8: Índice de ventas en supermercados a precios corrientes.
Fuente: Elaboración propia en base a la Encuesta de Supermercados del INDEC.
La situación tampoco es mejor que la del año pasado: respecto a mayo del 2023 la caída es del 9,7%. Pero un dato resulta todavía mas preocupante, y es el endeudamiento para realizar compras en supermercado.
Del total de las compras relevadas por la encuesta, el 44,07% se realizaron con tarjeta de crédito, siendo éste el valor más elevado de toda la serie.
Gráfico 9: Porcentaje de las compras en supermercados realizado con tarjetas de crédito.
Fuente: Elaboración propia en base a la Encuesta de Supermercados del INDEC.
Esta misma semana también se publicó un informe de la Cámara de Almaceneros de Córdoba en donde se informaba que el 54% de las compras realizadas con tarjeta de crédito fueron destinadas para la compra de alimentos. De esta manera, el informe de la Cámara coincide bastante con la Encuesta de Supermercados el INDEC.
Invitamos al lector a cotejar todos los datos en nuestro Observatorios Salarial Nacional, en donde puede observar y comparar valores, tanto de poder adquisitivo en pesos y en dólares, como la cobertura de la Canasta Básica o la Canasta Alimentaria. De la misma manera, puede cotejar los datos primarios utilizados, ya que publicamos el monto salarial obtenido de cada convenio colectivo. En otras palabras, es una herramienta que privilegia la transparencia por sobre el sensacionalismo o la tendencia.
De igual manera, si usted desea incorporar una nueva serie salarial al informe, puede escribirnos a nuestros medios para extender el alcance del Observatorio.