En los primeros días de agosto nos llegó la noticia del brutal asesinato a mansalva de Susana Beatriz Montoya, viuda de Ricardo Fermín Albareda Kalemberg (detenido/desaparecido en septiembre de 1979), y madre de Fernando Albareda militante de la organización HIJOS. Este cobarde y repudiable asesinato sucedió en el barrio Ampliación Poeta Lugones de Córdoba.
Ricardo Fermín, al momento de su secuestro y desaparición, era sub comisario de la policía de Córdoba y militante de nuestro PRT y del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Pertenecía al aparato de contrainteligencia de nuestra organización. Desde su puesto, en la policía, se pudieron salvar varios compañeros y compañeras. Los esbirros de la fuerza policial al servicio de la burguesía, al detectar su papel de militante revolucionario tomaron represalias y lo secuestraron y desaparecieron. Su lugar de cautiverio fue el Centro Clandestino “Casa Hidráulica” a la vera del lago San Roque en el Valle de Punilla, Córdoba. Parte de los responsables de su secuestro y asesinato fueron juzgados y condenados en el 2009.
En diciembre pasado las amenazas a Fernando (su hijo) se habían dado vía mensajes con carteles en su casa. Todas hacían alusión al pasado policial de su padre y que los iban a matar. Esas amenazas escritas en fibrón y recortes tenían cruces esvásticas.
El grupo de carácter fascista que perpetró el asesinato de Susana (madre de Fernando y viuda de Ricardo) pasó de las amenazas a la acción y dejó un mensaje: “los vamos a matar a todos hdp ahora vamos por tus hijos #Policía”.
Claramente es un asesinato con motivaciones políticas de “revanchismo” y sus autores deben ser encontrados. Pero, tenemos muy claro, que este cobarde crimen, se da en un contexto donde la burguesía intenta disciplinar a la clase obrera y al conjunto del pueblo, para profundizar los planes de mayores niveles de explotación y saqueo.
Este disciplinamiento viene de la mano de un gobierno con una posición y un discurso negacionista del pasado, y que viene expresando una abierta apología del genocidio llevado adelante por la última dictadura. Ese discurso expresado desde el gobierno y las esferas del Estado, son el caldo de cultivo para que grupos fascistas perpetúen crímenes y asesinatos como el de Susana.
Los antecedentes oficialistas, no solo hay que buscarlos en los vínculos y dichos de la “hija obediente de los represores” y vicepresidenta Victoria Villarruel, sino en el gravísimo hecho que ocurriera el mes pasado, donde un grupo de diputados/as fueron a visitar a la cárcel a condenados por crímenes de lesa humanidad. Entre los visitados por los parlamentarios estaba el genocida Alfredo Astiz. Nada es casualidad, cuando en estos días leemos, en los diarios de la burguesía, que el gobierno envió al Congreso un proyecto de ley para que las fuerzas armadas puedan intervenir en la seguridad interna.
A esto debemos sumarle una cantidad de mensajes amenazantes en casa de militantes populares o locales de diversas organizaciones sociales y políticas. Hechos que no nos sorprenden, ya que esto fue moneda corriente en estos 40 años de democracia burguesa. Emblemático fue la segunda desaparición de Julio López bajo el gobierno de Néstor Kirchner. Desaparición que nunca fue esclarecida.
En estos 40 años de democracia ningún gobierno, NINGUNO, abrió los archivos de la dictadura.
Los cómplices y esbirros del genocidio de la dictadura del 76 se “democratizaron” como los camaleones, y fueron aceptados y abrazados en los partidos burgueses (UCR, PJ y sus variantes, PRO/Cambiemos/Juntos por el Cambio, La Libertad Avanza, etc.).
Desde el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) queremos expresar:
En primer lugar, nuestro profundo pesar y toda nuestra solidaridad con la familia Albareda y Montoya.
En segundo, poner de manifiesto, a través de esta nota, nuestro más enérgico repudio a este cobarde asesinato.
Y por último hacer un llamado al conjunto de la clase trabajadora y de nuestro pueblo, a reflexionar y preparar las repuestas desde la movilización independiente del movimiento de masas, única garantía de acorralar, aislar y enfrentar a estos asesinos al servicio de los intereses de la burguesía.
Y como han dicho, en su comunicado, los/as compañeros y compañeras del Movimiento Autoconvocado de ex presos/as, ex exiliados/as, hijos/as sobrevivientes del Terrorismo de Estado:
“…si con estos hechos pretenden mandar un mensaje a nuestro pueblo, que vayan sabiendo que vamos hacer tronar el escarmiento más temprano que tarde.”
Susana Montoya y Ricardo Fermín Albareda ¡PRESENTES!