Los padres no mandaron a las y los alumnos a clase


Se decretó la conciliación obligatoria del conflicto docente de Entre Ríos.

En respuesta, los padres de varias escuelas de Paraná no mandaron al colegio a sus hijos, solidarizándose así con los trabajadores de la educación.

Si bien es cierto que tanto en Salta como en Misiones –por ejemplo- hubo mucha solidaridad de la comunidad educativa (en experiencias que también acumularon, aunque “no se vieron”), es la primera vez que ocurre algo así. Esto pone en evidencia el descontento que existe no sólo desde lo gremial, sino que la lucha pasa, de hecho, a ser política.

Y esto es una expresión que augura otro tipo de nivel en las luchas de nuestro pueblo que comienza a ver detrás de las demandas de un gremio, una forma de hacer saber al gobierno que se considera justo el reclamo, a tal punto, que se quiebra así una tradición utilizada por distintos gobiernos locales y los gobiernos de turno a nivel nacional, que es la de enfrentar a los docentes con los padres utilizando vilmente como pretexto a los alumnos a quienes ponen como víctimas de los trabajadores, cuando en verdad, son víctimas de una misma política de retaceo de recursos para la educación en todas las líneas, incluidos, claro está, los salarios docentes.

En este momento, dichos ingresos, no superan la línea de indigencia según las declaraciones de los propios trabajadores de la educación de Entre Ríos, quienes se movilizaron masivamente en las ciudades más importantes de la provincia.

¡¡¡No hay plata!!! Dice el gobierno nacional y repiten los gobiernos provinciales quienes se asocian entre sí para llevar adelante el plan basado en “cortar los víveres” a trabajadores y pueblo oprimido, mientras les otorgan a los espías estatales la suma de $100.000.000.000,00 equivalentes a 100 millones de dólares al cambio oficial, los cuales ya se gastaron y no se van a devolver a pesar de que el Congreso no autorizó la partida.

¡¡¡No hay plata!!! Sin embargo, embarcan con destino al Reino Unido 1.500 lingotes de oro que formaban parte del tesoro nacional. Tesoro que se pudo obtener gracias a los trabajadores, quienes todo lo producimos y que se desvanece por la decisión de funcionarios quienes lo manejan como si fuera de su propiedad individual.

¡¡¡No hay plata!!! Pero se bajan proporcionalmente los impuestos a la riqueza y bienes personales a los dueños de los mayores capitales a la vez que se pasan a venta libre una cantidad importante de medicamentos que antes debían ser recetados y que, por esa razón, los jubilados los podían obtener gratis mediante el PAMI. Con ello, los jubilados ya no obtienen descuentos o gratuidad sobre los mismos.

¡¡¡No hay plata!!! Pero se fomentan facilidades enormes a grandes empresas para la obtención de mayores ganancias mediante el RIGI librándolas por decenas de años del pago de impuestos y grandes facilidades para las importaciones y exportaciones, mientras se generaliza cada vez más el pago del impuesto al salario para obreros y trabajadores.

¡¡¡No hay plata!!! Pero se efectúa un blanqueo de capitales que beneficia a sus dueños y a bancos y financieras. Además, se le baja 10 puntos al llamado impuesto PAIS para importar bienes, repuestos y mercancías.

Si a todo esto sumamos los privilegios de los delincuentes de cuello blanco que realizan los crímenes más aberrantes y no son encarcelados como los de menores recursos, o bien tienen las puertas abiertas de las fronteras para fugarse; la campaña de la vice presidenta y legisladores para la liberación de genocidas de la última dictadura militar; la destrucción de fuerzas laboriosas profesionales que buscan un mejor pasar en el exterior, etc., se hace “cartón lleno” y se ve claramente la intencionalidad del gobierno y la oposición del mismo que, bien cabe decirlo, no es oposición al mismo.

Es claro a quiénes beneficia el gobierno y contra quienes actúa para que paguemos la crisis del capitalismo. Por eso, la actitud de los padres que no mandaron a sus hijos a la escuela en solidaridad con la lucha docente es un hecho que sube la calidad de las luchas y abre la puerta a que el pueblo laborioso identifique a los destinatarios de los beneficios con el gobierno y que vaya destapándose el proceso de lucha política que prediga, en medio de esta firme resistencia popular, los cambios revolucionarios que debemos transitar para liberarnos de toda esta podredumbre.

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