Hoy, movilización


Pon al lobo a redactar la ley y verás que devorar ovejas no es delito.

Así actúa la burguesía. El poder de los monopolios redacta las leyes en el parlamento, las aprueba, y los gobiernos de turno con sus ministros y sus variadas instituciones del Estado ejecutan el sometimiento. Legalizan lo indigno para nuestro pueblo.

El parlamento dentro del Estado burgués es el lobo, pero el pueblo no es oveja.

Estos “señores” no van a entrar en razón por las buenas porque desde el parlamento y desde el poder ejecutivo defienden sus intereses de clase burguesa.

Solo entienden el poder de la movilización del pueblo y es allí en donde el “lobo” se transformará en una “fierecilla domada”.

La de hoy miércoles será una movilización que expresará bronca contra de todo lo que se está viviendo, han tocado a los jubilados, han tocado una fibra íntima de nuestra sociedad.

Mientras el parlamento se reunirá el abajo se hará escuchar. No se tratará ni de la primera ni de la última movilización, se tratará de una jornada en donde la calle enseñará más que mil lecciones, una movilización que golpeará y a la vez acumulará las fuerzas de la experiencia enfrentando las “leyes” que el lobo redactó.

El gobierno está cebado y sus fuerzas represivas no respetan las aspiraciones de una vida digna en el “atardecer” de la vida. Este estado de movilización se incrementará e invitará con su ejemplo a otros sectores de la sociedad que no encuentran aún un camino de expresión.

La calle manda y allí radicará el punto fuerte para enfrentar estas políticas desoladoras para el pueblo.

Pero la movilización de hoy deberá conllevar la motivación de la movilización en cada lugar concreto en donde exista la injusticia, es esa movilización que no se ve, que la clase dominante oculta, pero condiciona la lucha de clases a la vez que la movilización va adquiriendo un carácter cada vez más masivo y a la vez desarrolle formas de organización independientes de lo que “el lobo” pretende.

Cientos y cientos de organizaciones autoconvocadas están haciendo “camino al andar” de lo que hay que hacer y están sumando a un gran torrente de sentimientos que ya no quieren más de lo mismo. Se va gestando un sentimiento de unidad con un grado de espontaneidad. Las burocracias políticas y sindicales que disputan todo por “un voto” y dan la espalda a momentos trágicos que vivimos nos allanan el camino para que surjan nuevos tipos de liderazgos basados ya no en “personajes” sino en referencias colectivas nacidas de este proceso de resistencia genuino.

Es aquí en donde comienza a pesar el carácter de clase de la movilización porque entra a jugar la independencia de clase del proletariado contra todo intento de utilizar la movilización creciente a las aspiraciones electorales del 2025 que ya han comenzado a jugar sus apuestas con alto grado de impunidad.

La clase obrera, el proletariado en su conjunto, el pueblo oprimido, profundizando la movilización y combinando lo local con lo nacional haciendo hincapié en el abajo, seguirá marcando la cancha desde la lucha de clases.

La crisis política del gobierno y de todo el arco electoral está dada en lo fundamental por la resistencia que no se ve, pero pesa, de una resistencia que se expresa de mil maneras, pero hasta los propios protagonistas por ahora no cuentan como fuerza propia.

La jornada de hoy será un nuevo paso para golpear al gobierno de los monopolios, pero advertimos que las próximas movilizaciones deberán incorporar con más peso la movilización que se impulsará localmente y desde abajo.

Hay que encontrar la masificación del enfrentamiento desde esa independencia política y de clase que se está experimentando para que las movilizaciones de carácter nacional puedan golpear con puño cerrado. Hay que actuar una y otra vez, la calle enseña y la necesidad de la organización independiente aprieta.

Las fuerzas políticas del sistema y los sindicatos han perdido peso de contención, miles y miles lo han experimentado y aunque aún sean poder el abajo comienza a animarse.

Movilizar en cada sector de trabajo, movilizar en cada barrio, escuela, facultad, hospital, etc. permitirá experimentar contra la clase dominante y a la vez es tarea de las y los revolucionarios elevar el nivel de conciencia en cada expresión que se vaya dando, la movilización de hoy será parte de ese ejercicio en donde lo fundamental está determinado por la labor cotidiana en cada lugar que permitirá resistir a los planes del gobierno y desde allí a golpear en gestas movilizadoras nacionales de gran convocatoria. Es allí en donde se terminan todo los “protocolos” impuestos por la Bulrich y toda la clase dominante.

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