Los trabajadores y trabajadoras, los enfermeros y enfermeras, y el plantel médico del Hospital Zonal Pedro Tardivo de Caleta Olivia se autoconvocan y van a medidas de fuerza por salarios, por el blanqueo laboral de las y los trabajadores de mantenimiento y contra el ajuste que pretende implementar la actual conducción del directorio del hospital.
A lo largo de los últimos meses se han enfrentado al intento de vaciamiento, a las rebajas de salarios, despidos y al disciplinamiento. Como resultado de todo ello el anterior director del hospital ha tenido que renunciar por la fuerte resistencia que las bases han desplegado con su lucha golpeando los planes de gobierno y obligándolos a retroceder.
En un tenso compás de espera que se ha venido nutriendo de nuevas asambleas, de apoyo social, y de fortalecimiento de la fuerza autoconvocada que expresa a las bases trabajadoras, en estos días se redoblan las acciones de frente a un segundo intento de imponer estas políticas reaccionarias de la mano del actual directorio.
Todo ello viene de la mano de tramposas maniobras de rebajas de salarios y aprietes que intentan imponer el disciplinamiento.
El aumento de salarios del 35% arrancado nacionalmente no se da respecto del salario de bolsillo que perciben y que contiene bonos y plus de convenios provinciales. Se otorga solo en proporción a los 240.000 pesos, que es el básico nacional que perciben las y los trabajadores. Tal la maniobra orquestada. De allí que la cifra del 35%, lejos de parecer importante, es paupérrima. Apenas representa un aumento que ubica al básico en 325.000 pesos.
La lucha encarada es ganar dicho porcentaje partiendo del salario de bolsillo. Que comparativamente representa una cifra muy superior. Entre 300 y 400 mil pesos de aumento. A ello se suma la lucha de las y los trabajadores de mantenimiento que están fuera de convenio y en negro desde hace casi dos décadas, cuyas condiciones laborales y salariales les calzan como un guante a estas maniobras para justificar e imponer las rebajas.
Todo ello viene de la mano ley de bases y los planes del gobierno.
En los hospitales privados de la zona, por ejemplo, por cada enfermero hay una veintena de pacientes y ni hablar de los médicos. Allí ya se practica el disciplinamiento que viene de la mano de la productividad. Esto representa en realidad un perverso achicamiento en la calidad de la atención de la salud.
Tan común y tan cara a la vida de la clase obrera, la productividad implementada en terreno de la salud es tan atrofiante e inhumana como en la industria. Mas producción o más pacientes en menor tiempo y con menor fuerza de trabajo, tal es la ecuación de los monopolios y el Estado su servicio en todos sus negocios, incluidos los de la salud pública.
Este nivel de achicamiento es el que pretenden los planes de gobierno en todos los órdenes laborales.
De allí a decir “se necesita menos salario y menos hospitales y leyes laborales más inhumanas” hay un paso.
La resistencia que vienen sosteniendo las y los trabajadores en el hospital Tardivo atraviesa de punta a punta los planes de gobierno. En una localidad surcada por petroductos y con minas de oro en su entorno, su resistencia e independencia debe expresar también, un llamado a la unidad con la clase obrera para consolidar el freno a sus planes.
Para consolidar una fuerza desde las bases que abone el camino al desarrollo de iniciativas de poder local. Su resistencia abre estas puertas y permite caminos superadores.