Reformismo… siempre reformismo


En estos días cuando el gobierno libertario, empieza a perder un poco de prestigio, y de consenso, aparecen nuevamente , los “populistas”, los “izquierdistas”, los “progresistas”, los “nacionalistas”, los…, en definitiva, los reformistas. Que es como hacer parecer que algo cambia, para que no cambie nada.

Como por ejemplo: “en Argentina, la desigualdad entre ricos y pobres sigue siendo la menor de América Latina, eso se llama «peronismo residual”. O “Todos los derechos que hemos perdido, lo volveremos a recuperar”. O “estamos organizando el espacio institucional, para recuperar el gobierno” . O “dentro de lo institucional, no en la calle”…

Y cientos de otros mensajes similares que solo pretenden engañar al pueblo, cosa que cada vez se les hace más difícil.

Y si todavía, las masas, no salen con todo, es porque no ven una salida por fuera de los mismos, que están, o estuvieron. O sea más de lo mismo, miseria y explotación.

Aunque ahora, se ven muchas expresiones, autoconvocadas, tanto en las fábricas (siderurgias, neumáticos, textiles), como en las universidades (marchas y tomas), todavía no expresan acumulación para un proyecto revolucionario, pero es el germen del mismo.

Es por eso que ante este panorama, los reformistas, salen ya al cruce, para encauzar toda posibilidad de que se desmadren los conflictos y cada día vayan teniendo más características revolucionarias y de unidad.

No es que los marxistas no luchemos por conquistar mejoras dentro del sistema y queramos dejar todo como está. Lo hacemos a la vez que combatimos con la mayor energía posible a los reformistas cuando pretenden que las y los trabajadores y el pueblo se conforme con esas migajas.

“El reformismo es una manera que la burguesía tiene de engañar a los obreros, que seguirán siendo esclavos asalariados, pese a algunas mejoras aisladas, mientras subsista el dominio del capital” (Lenin).

Estos gobiernos, cuando te dan una mejora, te la quitan por otro lado. Solo cuando la lucha de clases, se inclina para las y los obreros y su pueblo, se sostienen más tiempo, pero solo por un tiempo, luego arremeten para quitártela.

El reformismo, ha hecho, que la liberación total de la clase obrera y su pueblo, haya quedado en el olvido, y es por eso que hoy, es imprescindible realizar una lucha encarnizada contra los reformistas, pero esencialmente por el proyecto socialista de liberación.

La burguesía hoy está viendo que algo por abajo está cambiando. Ellos empiezan a preparar su recambio, nosotros tenemos que verlo muy claro también y prepararnos para el cambio real y verdadero.

Como siempre, no tenemos nada para perder, tenemos todo por ganar

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