A pesar del nefasto papel que están jugando las dirigencias sindicales la conflictividad en Aerolíneas Argentinas continuará.
Aerolíneas Argentinas es un gran bocado requerido por el capital financiero.
No se trata de limitar el tema sólo al servicio aéreo de venta de pasajes, se trata del control de una diversidad de negocios que trascienden también los marcos legales. Hay mucho negocio y mucha plata en juego. La empresa tiene «déficit» y no lo dejará de tener, ese es el terreno, el «argumento» que el capital financiero elige con el objetivo de debilitar la lucha de cara al conjunto de la sociedad.
Pero Aerolíneas Argentinas, línea de bandera, así como está cubre una serie de aspectos que son imprescindibles para nuestra sociedad. Miles de trabajadores y trabajadoras que en forma cotidiana realizan tareas profundamente humanas, con gran profesionalismo y años de capacitación y entrenamiento, donde se ha luchado para conseguir los derechos obtenidos.
La «respuesta» hoy son pésimas condiciones de trabajo y salarios miserables.
Además, Aerolíneas Argentinas es en realidad un grupo empresario que cuenta con servicios que van más allá de transportar pasajeros.
Cuenta con servicio de rampa y servicios de aeropuerto propio con Aerohandling (que no es Intercargo), transporte de carga con Jetpaq, servicio de paquetes turísticos con Optar, y un centro de capacitación técnica y profesional que se llama Cefepra (que ser encuentra en el predio de Ezeiza y es uno de los más importantes de América, con simuladores de A330, Boeing y Embraer).
Por otro lado, la centralización de muchos servicios hace que nuestro país todavía necesite asistir a los habitantes de lugares remotos que sólo pueden conectarse por vía aérea. Sin mencionar el caso particular de Tierra del Fuego, donde por vía terrestre hay que cruzar dos veces la frontera con Chile para poder pasar al continente.
Muchas veces la inmediatez de una urgencia sólo se resuelve a través de una línea aérea. Cuando un habitante ya viajó por tierra muchas horas para llegar al único aeropuerto habilitado de su provincia, el avión es un medio irreemplazable. Sería importante que los que tienen todo a la mano puedan entender cómo trasciende un servicio que quieren hacernos creer que es un privilegio, cuando para muchos es una necesidad. Pueblos lejanos que viven de su pequeña producción esperando cada año la temporada turística que sólo se genera a través de Aerolíneas Argentinas y los paquetes turísticos federales que promociona.
Cotidianamente llegan a los hospitales órganos para trasplantes gracias a la conexión existente entre ciudades (incluso remotas) que requieren premura del INCUCAI ; gente mayor que necesita de tratamientos de enfermedades terminales; familias con niños que necesitan trasladarse por tratamientos médicos de ciudades a las que sólo conecta Aerolíneas Argentinas; conexiones que implican también facilitar el traslado de trabajadores y trabajadoras de distintos rubros (incluso de grandes empresas que para sus negocios, necesitan de éste servicio)…
En fin: Aerolíneas Argentinas cumple un servicio que no se lo puede solamente medir por su «rentabilidad». Salvar vidas no tiene precio, aunque la clase dominante no lo valore. Porque lo que el sistema capitalista no puede valorar es la sociedad humana.