El hecho político de esta semana es, sin duda alguna, lo sucedido en la fábrica de neumáticos Fate, ubicada en la localidad de San Fernando, zona norte del Gran Buenos Aires.
La asamblea del viernes 15 de noviembre, a pesar de las extorsiones y las apretadas de la empresa y del sindicato, ratificó que las bases obreras rechazan el cambio de régimen de trabajo. Esta decisión ampliamente mayoritaria expresa no sólo el repudio de los y las trabajadores de Fate contra las políticas flexibilizadoras de la burguesía monopolista en su búsqueda del aumento de la productividad; también es un hito de la clase obrera em su conjunto ante el objetivo de disciplinamiento político que persigue la clase dominante en esta etapa de la lucha de clases.
Lo ocurrido el viernes 15 de noviembre (que viene antecedido por semanas de debates y propuestas que las bases protagonizaron en una actitud abiertamente contraria a las posturas del sindicato del neumático), es un paso de gigantes en la resistencia sostenida que el proletariado viene ejerciendo desde hace ya algunos años. Como siempre decimos, la asamblea de ese viernes es la expresión pública y masiva de cientos de actos de resistencia que cotidianamente se han dado y se dan en esa empresa, así como ocurre en muchas otras empresas a lo largo y ancho del país.
No se ha rechazado solamente un cambio de convenio. Se ha rechazado la aplicación de la política que la burguesía lleva adelante para amortiguar la crisis capitalista. Por lo tanto, lo ocurrido en Fate ha sido una manifestación abiertamente política de la clase obrera en su enfrentamiento con la clase enemiga.
Se ha dado un paso trascendental para que en la resistencia se siga forjando una vanguardia proletaria que, a partir de la experiencia de la unidad y de la independencia política por abajo, vaya avanzando hacia la toma de posturas políticas que en su desarrollo incorpore las demandas de todo el pueblo trabajador.
De esto deben tomar conciencia para sí los obreros y las obreras de Fate. Han golpeado políticamente no sólo a la empresa y su aliado sindical sino a toda la clase burguesa y a la política que impulsa el gobierno nacional como representante de la misma en la actualidad.
Párrafo aparte merece la conducta abiertamente pro patronal y anti obrera de la dirección del SUTNA. Con dirigentes del Partido Obrero a la cabeza, detrás de una verborragia clasista, mostraron la ratificación de una conducta que vienen ejerciendo hace tiempo y que las bases obreras ya repudian masivamente. Vestidos de “rojo”, replican prácticas de la peor burocracia sindical que dicen combatir. Ejercen una representatividad preñada de la concepción democrático burguesa, en las antípodas del ejercicio de la democracia obrera. Además de utilizar la extorsión, la mentira, el uso de maniobras y artimañas para intentar confundir, la intriga como política para desalentar la participación de las bases. Todo ello ratifica el desvarío ideológico y la bancarrota política del Partido Obrero que se ha convertido, junto con los demás integrantes del FIT, en la pata “izquierda” de la democracia burguesa.
La lucha de Fate deberá seguir su curso. La patronal y el sindicato no se darán por vencidos en su objetivo de derrotar la resistencia. De allí que es imprescindible redoblar el debate y la organización entre las bases obreras para planear los pasos necesarios en esta contienda. Lo inicial, como dijimos, es hacer conciencia del paso político trascendental que se ha dado. A partir de allí, la intervención de las bases organizadas debe profundizar ese rumbo.
Darle institucionalidad obrera a la práctica permanente de la asamblea en cada sector de trabajo y de allí hacia arriba, sin limitarse a los estatutos y estructuras burocráticas del sindicato; planificar el envío de contingentes hacia otras empresas de la zona y a otros sectores del pueblo trabajador; darle la mayor difusión nacional a lo ocurrido; incorporar a las familias a la lucha para desde allí planificar y hacer participar con acciones concretas a las mismas; son estas algunas de las iniciativas que pueden llevarse a cabo y que nuestro partido propone, las que serán muchísimo más efectivas y adecuadas a cada momento con el aporte de la inteligencia colectiva. Porque, en definitiva, de eso se trata: de avanzar y afianzar la acción organizada e independiente del proletariado de Fate para que la lucha sea masiva y protagonizada, efectivamente, por las bases trabajadoras.