En la fábrica multinacional y monopólica de latas BALL se ha desatado, hace unos meses, una política de aprietes y despidos, para disciplinar a la clase obrera y aumentar las condiciones de explotación.
En esta empresa metalúrgica del parque Industrial de Burzaco (ubicada en el conurbano sur de la provincia de Bs. As.), la clase obrera fabrica aproximadamente ¡8.000.000 de latas por día! Si, 8 millones de latas por día de empresas reconocidas de gaseosas y cervezas.
Con distintos artilugios y aprietes la patronal ha “desvinculado” hace unos meses atrás a 43 obreros. Esto que las patronales llevan adelantes son despidos encubiertos. Pero como 3 obreros (entre ellos ex delegados de la UOM) no aceptaron las condiciones extorsivas del “retiro voluntario”, los despidieron lisa y llanamente. O sea, o aceptas lo que imponemos para que te vayas o te echamos igual.
El despido de los 43 obreros se produce luego que la empresa adujera en forma mentirosa y fraudulenta, allá por junio, el cierre de una línea de producción (son 4 las líneas de producción) que al poco tiempo nuevamente estaba en funcionamiento. Esos despidos fueron cubiertos con nuevos trabajadores donde, la mitad aproximadamente, fueron traídos de Chile, por un tiempo, para poner en funcionamiento esa línea de producción que se había parado. Vale aclarar que esta multinacional tiene plantas en Chile, Paraguay y Brasil.
Hoy, otra de esas líneas de producción está paralizada, pero Ball no para de acumular fabulosas ganancias.
Pasando en limpio, lo que están haciendo en Ball, al igual que en otras empresas de la zona y el país, es intentar disciplinar a la clase obrera achatando salarios, quitando derechos, “aislando” o persiguiendo a los/as obreros/as más consientes, todo para incrementar sus ganancias y aumentar los niveles de productividad y explotación.
Lo primero que nos queremos preguntar es, ¿qué papel juega el sindicato en todo esto? la UOM (Unión Obrera Metalúrgica), que es el encuadre en Ball, tiene como slogan: “defender la fuente de trabajo y la industria nacional”. Pero lo único que defienden son sus negocios, sus cajas y los intereses de los empresarios. Eso es lo que hacen a partir de los acuerdos que establecen con las Patronales, y en este caso no es la excepción. En esta página ya sacamos una nota, el 19 de junio de 2023, sobre el papel nefasto del último de elección de delegados que se dio en la empresa, donde los mismos fueron elegidos ¡por nadie! (https://prtarg.com.ar/2023/06/19/elecciones-donde-la-base-no-vota-pero-gana-una-lista-la-funcion-del-circo-de-la-uom/)
Ante estos despidos los obreros y obreras han visto y sufrido nuevamente el papel abiertamente cómplice de los dirigentes de la UOM y sus representantes. No nos vamos a cansar de decir, y mostrar, en distintas notas y videos que la inmensa mayoría de los “dirigentes” de los sindicatos, y sus estructuras verticalistas, mafiosas y pro-patronales, no son ni pueden ser garantía de nada en los conflictos obreros.
Hoy en Ball hay muchos operarios/as nuevos/as, o sea jóvenes obreros/as sin experiencia, que comienzan a vivir y sufrir el proceso de explotación del sistema capitalista. Esto está pasando en una inmensidad de fábricas, donde la burguesía tiene la necesidad de incorporar fuerza de trabajo nueva, con bajos salarios, nuevas condiciones de contratación y un nivel de conciencia casi nulo, con obreros y obreras que, si bien materialmente son parte de una clase, no se ven y no se piensan como clase, por lo tanto, no actúan como tal. Una clase obrera nueva que no tiene experiencia de organización, y lo único que conocen son las formas de organización de los sindicatos actuales: delegados/as pro-patronales, sindicatos empresariales que te brindan servicios, sindicatos que funcionan como verdaderos policías patronales dentro de la fábrica, sindicatos con formas de organización totalmente verticalistas y mafiosas, etc.
Ante esto que ocurre en Ball y en otras fábricas del país, el conjunto de la clase obrera debemos reflexionar, que estas empresas son parte de esa clase que está en el poder: la burguesía. Y que la Burguesía le ha declarado la guerra a la clase obrera. Por lo tanto, nuestras acciones y formas de organización, en el marco de la resistencia, deben estar a la altura de esta guerra de clases. Para ello es importante reflexionar también con qué formas organizativas y con qué metodología nos vamos a organizar la clase obrera, para enfrentar sus planes, para avanzar con nuestras demandas y por sobre todo para conquistar una vida digna.
Lo primero que tenemos que hacer en las fábricas es darles la espalda abiertamente a los “mulos” del sindicato y de la patronal, organizándonos desde abajo, desde las bases. Hay que dejar de apostar a las salidas legalistas y ayudar a organizar a la base obrera en las fábricas para enfrentar los actuales y los futuros ataques de las patronales. En ese camino, nuestro planteo, es que hay que impulsar y construir agrupamientos obreros de carácter independiente, donde se organicen esos compañeros y compañeras que estén dispuestos a llevar adelante la resistencia obrera adentro de la fábrica y también afuera de ella. Porque el ataque de la burguesía es un ataque al conjunto de nuestra clase y nuestro pueblo. Ese agrupamiento tiene que tener un programa claro que defina la forma organizativa del mismo (democracia directa y participación de la base) y un pliego de demandas. Ese agrupamiento debe ir de lo chico a lo grande impulsando una nueva forma de organización obrera en la fábrica, bien de base. Y además tiene que vincularse y ser protagonista, con otros agrupamientos, de la resistencia obrera y popular que viene abriéndose paso para derrotar el plan de burguesía y su gobierno, y construir una alternativa obrera y popular de carácter revolucionaria.
Sabemos que no es una tarea sencilla, en este momento particular que estamos atravesando, pero es lo que tenemos que hacer si queremos pararle la mano a toda prepotencia, verdegueo y esos planes “siniestros” y opresores que tienen las patronales y el conjunto de la burguesía (nuestra clase enemiga).
Tal vez al principio seremos un puñado obreros/as los que tomemos la iniciativa, y está muy bien que así sea. Lo importante es dar esos pasos, que la lucha de clases está demandando hoy, en el corazón de la producción capitalista.