Ayer se conoció que el gobierno decidió abruptamente cancelar la entrega de medicamentos gratuitos a los jubilados.
5,3 millones de adultos mayores quedaron sin ese “beneficio”[1]… Los consejeros televisivos para la tercera edad que abundan en los noticieros de TV, explicaban que, para volver a acceder a la gratuidad de los medicamentos, los jubilados y pensionados deberán llenar unos formularios digitales con determinados requisitos, siendo el principal, percibir 1 y ½ haber mínimo de $389.398,14. También explicaban que no debían tener automóvil de menos de 10 años, ni segunda propiedad inmueble, avión o embarcación.
Para aquellos que ganan más de 1 y ½ jubilación mínima, se les otorgará el “beneficio” si, el gasto de medicamentos, representa un 15% o superior cantidad de sus ingresos, para lo cual deberán demostrar con la documentación que se exige para tal fin y el llenado de otro tipo de formulario más estricto que el mencionado anteriormente.
¡Terrible nuevo golpe criminal a quienes forjaron el país en las últimas décadas!
El gobierno de la burguesía y toda la oposición política que no ha movido un pelo al respecto, muestran una vez más su odio a uno de los segmentos más vulnerables de las familias proletarias y de trabajadores.
La violencia extrema que implementa la burguesía, habiendo saqueado el ANSES, descalzado al PAMI y achatado aún más los ingresos miserables de jubilados y pensionados, se emparda con el golpe a salarios, disminución generalizada de puestos de trabajo para mayor explotación, tarifazos, alza de precios (nuevamente aumentaron los combustibles), desmantelamiento progresivo de la salud pública estatal, y la educación pública no arancelada, todo lo cual contribuye a un descenso profundo en las condiciones de vida de la mayoría de la población.
En contraste con el mencionado saqueo, y ataque al pueblo se produjo el famoso blanqueo de capitales que aportó 20.000 millones de dólares al circuito financiero y cuyos encajes permitieron ingresar dólares al Banco Central. Unos y otros enriquecerán aún más a la gran burguesía monopolista, parásitos financieros que chupan la sangre del pueblo laborioso.
Los recursos del sistema financiero estarán destinados a esa oligarquía financiera para sus negocios bajo el rótulo de préstamos, subsidios, y otros “beneficios”, y los que están en poder del Banco Central irán a parar a las manos de ese mismo sector oligárquico bajo el rótulo de cancelación de intereses de deuda.
Al tiempo que el sector más concentrado de la burguesía se concentrará aún más, las mayorías populares nos empobrecemos en dos sentidos: ampliando la cantidad de personas carecientes y profundizando la distancia entre las necesidades básicas y la posibilidad de satisfacerlas. Pues la canasta familiar ronda los $1.600.000 y la mayoría de los trabajadores estamos por debajo de ese ingreso y en baja.
Mientras tanto, la revista FORBES publica[2] impúdicamente que los súper millonarios de nuestro país han aumentado, desde 2020 a la fecha, un 68% (por sobre la inflación) sus capitales. Cincuenta parásitos acumulan un patrimonio de US$78.000 millones. Entre ellos, el listado de los 10 más ricos son:
- Marcos Galperin (U$S 8.500 millones): El fundador de Mercado Libre, la empresa de mayor valor en el país, duplicó su fortuna desde 2020.
- Hugo Sigman, Silvia Gold e hijos (U$S 6.300 millones): La familia detrás del conglomerado Insud Pharma, con fuerte presencia en la industria farmacéutica, triplicó su patrimonio en los últimos cuatro años.
- Alejandro Pedro Bulgheroni (U$S 5.100 millones): El presidente de Pan American Energy Group, la petrolera más grande del país después de YPF, experimentó una leve disminución en su fortuna desde 2020.
- Luis Perez Companc y familia (U$S 4.200 millones):Tras la muerte de Gregorio Perez Companc, Luis asumió el liderazgo del grupo familiar, que controla empresas como Molinos Río de la Plata y Molinos Agro.
- Paolo Rocca (U$S 4.100 millones): El director ejecutivo del Grupo Techint, con operaciones en acero, ingeniería, construcción, minería y salud, incrementó su fortuna en los últimos años.
- Eduardo Eurnekian (U$S 3.500 millones): A sus 91 años, el empresario detrás de Corporación América, que posee más de 53 aeropuertos en todo el mundo, triplicó su patrimonio desde 2020.
- Ricardo Luis Rey Rodríguez y familia (U$S 3.100 millones):Los dueños de la petrolera Pluspetrol casi duplicaron su fortuna desde la última edición del ranking.
- Lodovico Andrea Palú Rocca y familia (U$S 2.700 millones):Miembro de la cuarta generación de Techint, Lodovico lidera Techint Ingeniería y Construcción y preside Techint Compagnia Tecnica Internazionale.
- Alberto y Pablo Roemmers (U$S 2.400 millones):Los hermanos a la cabeza del laboratorio farmacéutico Roemmers mantienen su patrimonio estable desde 2020.
- Roberto Daniel Urquía (U$S 1.800 millones): Al frente de Aceitera General Deheza (AGD), Urquía multiplicó su fortuna por tres en los últimos cuatro años.
Si el PBI de Argentina ronda los US$600.000,00, estos 50 personajes, se apoderan de un 13% del mismo, lo cual es una obscenidad en medio de todo lo expuesto.
La bronca de obreros y pueblo oprimido se acumula con más presión que los capitales y, así como estos se reproducen incrementando la explotación y regando más miseria, aquella encuentra en la resistencia y lucha contra el plan de gobierno, que vino a profundizar lo hecho por los anteriores, el surco por donde transita y se multiplicará el enfrentamiento revolucionario de clase contra clase.
[1] No se trata de beneficios sino de derechos conquistados con luchas de muchas generaciones.
[2] Difundido por el portal de La Voz del Interior (diario de Córdoba), el 03-11-2024.