La CGT llama a una movilización para mañana miércoles y un paro para el día jueves.
Es esta misma CGT que durante estos meses de ajuste fue la que fogoneó y sirvió (y sirve) para apuntar contra la resistencia que se está generando por abajo.
Es esta CGT la que sirve de policía para acelerar de hecho la reforma laboral. Una CGT que nos hace acordar a los principios de los “comandos civiles” que actuaban contra las vanguardias proletarias allá por los años 50 del siglo pasado. Pero esa tragedia -como tantas otras del pasado- que hoy se intenta revivir como comedia.
Estos “señores” se ven obligados a dar una “respuesta” porque el abajo está muy caliente.
Saben que no pueden caminar los establecimientos porque son los que han marcado la lista de despidos, los que formulan las “reorganizaciones laborales”, los que apuntan a quienes resisten.
Son la “guardia pretoriana” de las empresas que provocan el dolor a decenas de miles que por estas horas han perdido su trabajo y centenares de miles trabajan en condiciones infrahumanas.
Pero estos parásitos de la historia, estas inmundicias atornilladas al poder están sintiendo el aliento en la nuca. Sus traiciones, sus actos, los hacen impunemente y la resistencia actual les está haciendo poner las “barbas en remojo” en una época histórica que ya ni sirven como amortiguadores de la lucha de clases.
Ahora se han transformado en irritadores de la lucha de clase y pagarán con creces sus inescrupulosos actos.
Mañana estarán los jubilados enfrentando las políticas de gobierno, y la CGT “apoyará” la movilización. Esta vez no será “el abrazo del oso”, no podrán esconder lo hecho en estos meses, van al Congreso con sus aparatos, pero el abajo resiste eligiendo el camino de la resistencia, aunque la misma a veces deba realizarse con las escasas herramientas que se poseen.
Hay nuevos caminos de unidad que aparecen, experiencias alentadoras en donde enfrentándolos con fuerzas autoconvocadas se logran pararles la mano a empresarios y “cegetistas”.
Un camino ya emprendido y el arriba está tomando conciencia que la cosa por abajo está picante.
Los “tiempos políticos se les acortan” sus crisis políticas y económicas no les dan respiro.
Hay un pueblo cansado de tanta mentira y tanto desengaño, hoy se expresa como puede y lo seguirá haciendo acumulando las fuerzas que enfrenten a ese poder desgastado, pero sigue en sus trece de revanchismo a explotados y oprimidos.
Mañana la jornada es de la lucha de los jubilados, que va ampliando su peso.
Ese es el marco a respetar y ese es el marco de repudio a la alta traición a la clase obrera.