Y lo que decimos en el título de esta nota no es precisamente por la condena de 6 años a prisión a Cristina Kirchner.
La clase dominante, la burguesía, el poder de los monopolios violan sistemáticamente la democracia que ellos entienden por democracia. Todos violan su propia democracia porque en definitiva esta es la democracia de los poderosos que nada tiene que ver con la democracia obrera que se opone frontalmente a esta democracia burguesa.
Unos y otros de los burgueses defienden los intereses del gran capital y esa es la disputa que muestran.
Ambos contendientes intentan hacer uso y abuso de nuestra clase obrera y de nuestro pueblo para apoyar a tal o cual interés económico en disputa. En lo electoral ya fracasaron: la gente les viene dando la espalda.
Mientras tanto, ayer los sindicatos salieron a cortar autopistas reclamando «democracia”.
Sindicatos empresariales que -en simultáneo- ejercen la represión directa al trabajador y la trabajadora, que son el brazo ejecutor del disciplinamiento dentro de los establecimientos fabriles cuando desde el propio gobierno instrumentan las políticas antiobreras, y son quienes marcan a las y los laburantes a la hora de los despidos.
Estos “gendarmes”, lúmpenes de la sociedad, vinieron a los establecimientos para que salgamos a defender esta podrida democracia de los burgueses. Nos quieren embretar con la disputa electoral y mezquina porque «la ex presidenta será proscripta».
No son nuestros problemas y a no confundirnos.
El enfrentamiento es a este plan de gobierno y todo aquello que desvíe el eje político debemos combatirlo con más acciones que erosionen la política de la clase dominante.
En el abajo la respuesta fue inmediata: “que los cortes los hagan ellos”, “nosotros la lucha se la daremos aquí dentro”.
Estas barras de choque que tiene la burguesía dentro de las empresas transitan un camino sin retorno, más allá que jueguen ahora al “policía” bueno. Hoy hay un corte entre ellos y los planteles laborales.
A no engañarse, la clase obrera y el pueblo ya comienzan a caminar la democracia obrera, es la democracia directa que por estas horas y días se ejerce muchas veces sin tener una clara conciencia de que ese es el camino a seguir para conquistar una vida digna.
Es momento de multiplicar la movilización, crearles más confusión de la que tienen, enfrentarlos como se pueda y terminar de debilitar a las burocracias sindicales que han sido los ejecutantes del apriete que ejercen las empresas a las y los trabajadores.