Los ataques de Israel y Estados Unidos a Irán lograron, por un momento, desviar el foco de atención del mundo sobre la situación en Palestina, más precisamente en Gaza.
El rechazo de pueblos y gobiernos del mundo hacia la política de exterminio contra el pueblo palestino por parte del Estado de Israel, había alcanzado una magnitud inédita en la historia de ese enclave en los casi ochenta años de su creación.
Silenciados los ecos de la llamada “Guerra de los doce días”, es imprescindible volver a poner el foco en Palestina, en Gaza, en su pueblo, que está siendo sometido a una de las peores barbaries llevadas a cabo por un Estado terrorista contra un pueblo indefenso.
En esta semana, algunos hechos han vuelto a poner sobre la mesa la situación en esa región del mundo. Los trabajadores portuarios de Iquique, Chile, llamaron a un boicot contra las cargas que vayan hacia Israel, denunciando el genocidio en Gaza.
En Estados Unidos, luego de impresionantes movilizaciones de masas que se han producido en los últimos tiempos contra la masacre, justo en el corazón de uno de los países donde el lobby sionista mundial es más fuerte, ganó la interna del Partido Demócrata a la alcaldía de Nueva York el candidato reformista Zohran Mamdani, cuyo programa incluye la defensa de la causa palestina.
Pero dentro de Israel, las denuncias comienzan a expandirse y a trascender. El diario Haaretz denuncia en un artículo publicado ayer (1) que los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) tienen la orden de matar a los palestinos que van a los centros de ayuda humanitaria a buscar comida. Esta denuncia, que ya el mes pasado alertaba de 550 muertos y más de 4.000 heridos en esas circunstancias, ahora es realizada por ese periódico israelí, mostrando las grietas que se abren ante semejante acto de barbarie como lo es disparar a matar a una población indefensa que va en busca de comida y agua, como única alternativa ante la destrucción provocada.
También hoy en el diario La Nación de Argentina se publica un artículo del escritor y ensayista Alejandro Katz, donde afirma su rechazo y ninguna posibilidad de justificar lo que Israel está haciendo en Gaza (2).
Cada manifestación de denuncia y de rechazo al genocidio en marcha que realiza el Estado de Israel es una manifestación de que la Humanidad va tomando conciencia de la masacre contra el heroico y sufrido pueblo palestino, y esa ola mundial no debe detenerse; por el contrario, debe ser alimentada y promovida sin dejar que se desvíe la atención a través de guerras u otras acciones que suponen una “defensa” por parte de un Estado terrorista, rapaz, fanático, que está llevando adelante una de las peores matanzas y política de exterminio que la Humanidad haya conocido.
Los pueblos seguirán imponiendo que lo que ocurre en Gaza no sea escondido, sea condenado y, al fin, pueda ser detenido.
(2) (https://www.lanacion.com.ar/ideas/no-en-mi-nombre-no-en-nuestro-nombre-nid28062025/)