Se confirma claramente que los conflictos laborales y protestas sociales siguen un curso ascendente en 2025. La nueva cifra provisorio es 390 conflictos en Julio, superando la marca de junio de este año. (Fuente: Boletin Nro 19 del Observatorio de Trabajo y Derechos Humano de la Faculta de Ciencias Sociales –UBA)
En el informe se destaca que la conflictividad en trabajadores privados se ha dado en bancarios, alimentación, portuarios, metalúrgicos mientras que, en el sector público, salud, docentes, vialidad, municipales fueron los destacados.
Se realizaron movilizaciones y acciones directas como bloqueos y conflictos adentro de las fábricas que afectaron la producción. También cortes de ruta en Río Negro, Neuquén y Misiones trabajadores rurales y tareferos.
Motivos de conflicto:
1) Reclamos por aumentos de salario o convocatoria a paritarias
2) Por despidos
3) Protestas por servicios insuficientes.
Participación directa en las acciones movilizadoras:
1) Empleados estatales
2) Trabajadores privados.
3) Usuarios de servicios públicos
Efectivamente el mes de agosto que está por finalizar no le fue en zaga a los meses anteriores.
Las cifras de julio no se presentan como “frías” estadísticas, por el contrario, cuando entran en juego seres humanos se produce un ensamble de factores objetivos y subjetivos muy especiales.
El ascenso de la conflictividad también está marcado por el cambio de carácter: el reclamo por aumentos de salarios y convocatoria de paritarias ha ganado una buena parte de la acción directa del proletariado. En el mes de agosto, aún sin estadísticas, la clase obrera metalúrgica va por un aumento salarial y promete sentar nuevas bases de reclamo. Así mismo la calle se hizo sentir, decenas y decenas de miles de trabajadores y trabajadoras vienen haciendo experiencia en la acción directa poniendo de manifiesto que la lucha de clases está ascendiendo un nuevo escalón.
En este camino de experiencias realizadas se va mostrando que la conflictividad en ascenso va logrando debilitar la centralización política del gobierno y al mismo tiempo resquebrajar políticamente a una “supuesta oposición” sea política o sea sindical.
Llevar adelante el plan del gobierno requiere de una concentración política fenomenal por parte de la burguesía, pero una y otra vez aparece el “fantasma” de la lucha de clases. Agosto mostró que el enfrentamiento a las políticas de lo más concentrado de la clase dominante ha puesto piedras en el camino y promete seguir su ascenso en el concepto de clase contra clase.
Toda la crisis por arriba, la pudrición institucional ya establecida y que la misma pueda salir a ojos de las mayorías explotadas y oprimidas, no es más ni menos producto del ascenso de la resistencia establecida. La calle enseña.
Este crecimiento de la conflictividad va acompañado de ciertas peculiaridades a tomar en consideración. Muchos conflictos de los 390 realizados en julio fueron con presencia autoconvocada, metodología que viene ganando terreno a la hora del enfrentamiento.
Hay experiencias que venimos siguiendo en nuestra propaganda que afirma que el aspecto de la democracia directa se está introduciendo de lo pequeño a lo grande. Si se enfrentan las políticas de la burguesía se puede o no ganar en cada conflicto, pero se comienza a asimilar que la “conciliación de clases” solo trae derrota.
Sin embargo, la lucha establecida aún no adquiere el carácter político manifiesto de los intereses históricos de la clase. El proletariado, aunque avanzando en ese terreno, aún no se siente como clase y ello hace a la conciencia política revolucionaria que -sobre todos las avanzadas de este proceso en ascenso- deberán asimilar.
Que exista la autoconvocatoria, que exista experiencias de democracia directa es muy bueno, pero ese carácter debe perdurar en nuevos tipos de organizaciones políticas.
También hay que afirmar que en el actual grado de enfrentamiento se hace imprescindible ir elevando el grado de conciencia del ¿para qué se lucha?
En ello los destacamentos revolucionarios venimos trabajando, pero somos conscientes que cada vez se necesitan más manos que puedan realizar las labores con ese carácter político.