Lo primero que surge: “¿Cómo que no hay plata? si vemos la flota de camiones repletos de mercadería que no paran de salir de acá para allá”. En buen castellano ¿Esto significa que la producción lejos de bajar, está a full? «Si… mal …» dicen los trabajadores de Nikitos de Pontevedra Merlo. “Estos son unos HDP antes pagaban antes del 10 de cada mes ahora pagan los 14 o los 15 y a veces en dos partes” agregan otros.
Acumulando “retrasos” se llevan puesto uno o más meses de salarios. Después intentado disfrazar la maniobra con mil y un argumentos, cuyas bases lógicas son en definitiva falacias y mentiras, tratan de ocultar deliberadamente este escenario de maniobras especulativas, de profundización de la explotación y de reducción de salarios tan propias de las políticas de capital y tan acentuadas en estos últimos tiempos de planes de ataque a la clase obrera.
Ya se les hizo costumbre especular, (apostar al carry trade) y a la hora de pagar salarios “retrasarlos” o no pagarlos, incluso dejar de pagar bonos y otros complementos. Este otro aspecto -o sea pagar el salario disminuido según se le cante al capital- y transformar esta práctica especulativa con la vida de trabajadores y trabajadoras en una lotería está implícito en la reforma y flexibilidad laboral que pretenden imponer.
Sin embargo, los trabajadores y trabajadoras de la empresa Nikitos se les plantaron, tal como en Granja tres Arroyos.
El viernes 7 de octubre tendrían que haber cobrado, pero agarrados de que hasta el 10 tenían tiempo de pagar, la dirección de la empresa decidió posponer la fecha. Llegado el lunes 10 no sólo no estaba la guita del mes sino tampoco un bono que les debían desde hace dos meses. Frente al reclamo la empresa especuló con pagar el salario sin el bono, pero esta vez no se la iban a dejar pasar.
La necesidad hace perder la paciencia y en el escenario actual de resistencia y hartazgo, esta se traduce en acción. Después de una decisión asamblearia se resolvió el paro que se inicio en el turno noche y el martes continuo con casi la totalidad de las y los trabajadores.
En horas de la tarde, producto de la contundencia de la medida no solo apareció la guita de salarios sino, además, de los dos meses de bonos adeudados, producto de la acción directa de los propios trabajadores que con independencia avanzaron en la defensa de sus intereses.
A sabiendas a que la decisión de base no tenía vuelta atrás, el sindicato revoloteó el martes a la mañana, pero muy atrás de la iniciativa de base. El peso y lo masivo de esta acción fue tan contundente que la patronal tuvo que retroceder de forma inmediata. Cuando la especulación con la vida está en cuestionamiento otro color tiene la acción de base.
Esta, como otras tantas luchas que no tiene prensa pero que cotidianamente afloran como pequeños volcanes en erupción, están paradas en hacer retroceder a las patronales desde su práctica de lucha.
La misma práctica que hace que dos escenarios como el de Granja Tres Arroyos y Nikitos expresen la misma conducta de clase. La misma que traslada este escenario al plano político nacional y donde indudablemente se asienta la lucha para derrotar la nefasta reforma laboral y demás planes de ajuste.
Ello es el preámbulo de la unidad política como clase tan necesario como la conquista de una vida digna.