En FATE, llevar el conflicto a nuestro terreno

 


Los hechos sucedidos el jueves y viernes pasados, donde los obreros de FATE protagonizaron un paro y corte de Acceso Norte marcan el estado de ánimo y la disposición a enfrentar las políticas de ajuste de la burguesía.

Los sindicatos y todo el arco político electoralista están buscando cómo salir “bien” parados con el tema de la Reforma Laboral. En las grandes empresas vienen golpeando a la clase obrera y mostrado está que nada se puede esperar ni pedir a los de “arriba”. Por abajo la bronca crece, cada vez es más pesada la vida, tanto en lo económico como en lo social.

El jueves los obreros de FATE dijeron “BASTA”. Al circo montado por la empresa y el sindicato las bases lo pasaron por arriba. Al paro dominguero al que nos tienen acostumbrados se le impuso, con las mejores tradiciones obreras, un paro en el turno noche del jueves y una asamblea que resolvió el corte del acceso a Tigre el viernes por la mañana.

Todo el arco político, el sindicato y la mezquindad reinante, intentarán llevar el conflicto hacia la superestructura, hacia movilizaciones que alejen a los obreros de su protagonismo, todo dentro de los marcos de lo que a la empresa y sindicato les conviene.

Pero los obreros no comen vidrio y si no lo saben lo intuyen, que el terreno nuestro como clase es la fábrica, el barrio lindante, los obreros y obreras de fábricas vecinas. Esos mismos obreros que fueron los protagonistas de los días pasados deben tener el mismo protagonismo en esas tareas, tanto en profundizar el enfrentamiento dentro de planta no dejando pasar de hecho la reforma laboral, los despidos encubiertos, acumulando en organización. Como así también las tareas de unidad con el resto de la clase y el pueblo, llevando el conflicto al barrio, a otras fábricas, rompiendo con la lógica izquierdista de querer acaparar todo dentro de la estructura.

Nuestro terreno es el que conocemos, profundicemos la lucha en planta y avancemos a verdaderos encuentros de unidad para avanzar en nuestros reclamos y derrotar la reforma laboral. Esas tareas e iniciativas tienen que partir de abajo al igual que los hechos del jueves y viernes pasado.


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