Un nombre de la traición y la voracidad burguesa: UOM / Arcelor Mitttal

 


El sindicato UOM de Villa Constitución y la empresa Acindar Arcelor Mittal, acordaron un esquema de pagos parciales para suspensiones programadas durante 2026.

El esquema de pagos para trabajadores suspendidos en 2026 contempla la percepción del 83 por ciento del salario en enero y febrero; 81 por ciento en marzo y abril; 80 por ciento en mayo, junio y julio; 78 por ciento en agosto y septiembre; y 75 por ciento en octubre, noviembre y diciembre.

Es interesante, cómo la empresa y el sindicato prevén que el año que viene serán necesarias suspensiones de personal con un calendario y descuentos específicos según el mes del año. ¡Esto es inédito! Nunca se ha visto semejante acto antiobrero. Se trata de la aplicación lisa y llana de una brutal disminución del salario, ante lo cual ofrecen la rotación para quienes sean suspendidos. Parecieran decirnos “ustedes repartan su miseria para garantizarnos la ganancia empresaria y los privilegios para nuestros fieles servidores sindicales.”

De tal forma, todos los obreros verán disminuidos sus ingresos sin excepción, con el pretexto de una menor producción. Y decimos pretexto porque, aunque haya una producción inferior, calculada por la misma empresa en un 60% en el presente año, Acindar sigue ganando no sólo por la venta de su mercancía sino por todos los mecanismos financieros con los que cuenta (ver nota de fecha 12-08-2025 en esta misma página),

Lo novedoso, además, es que tienen el esquema acordado sin saber cuál va a ser la producción del 2026. Esto no es más que un anticipo de la tan cacareado Reforma Laboral a la que llaman “Modernización” pero que, en realidad, es una esclavización laboral del siglo XXI.

Los gerentes sindicales muestran sin tapujo sus detestables rostros dejando ver a todos que no son más que mercenarios de la empresa. Son enemigos de clase disfrazados de sindicalistas, aunque ya el disfraz no los esconde de nada, porque ser dirigente sindical en esta situación actual es, precisamente, ser un instrumento de la patronal y de toda la burguesía. Basta con mirar a cualquier dirección gremial de cualquier rama.

Esta situación reafirma la lucha de clases que hay que profundizar para nuestro bien y la campaña que, en lo inmediato, como parte de dicha lucha, estamos obligados a realizar con todos los medios que tengamos en defensa de nuestras familias y propias vidas y, por supuesto, de nuestra clase obrera. Con acciones contundentes: cortes de accesos a las empresas, paros, trabajo a reglamento, corte de calles, boicot, etc.

Hay que replicar, generalizar y unir lo que vienen haciendo, en forma dispersa, obreros y trabajadores en general en distintos puntos del país por sus puestos de trabajo, condiciones laborales y de vida. Hay que conectarse, tejer redes, intercambiar experiencias de esas luchas…

Ir en grupos a los talleres, contratistas, empresas cercanas a la planta, convocar a la unidad también a los estatales y otras ramas, y organizarse para frenar esta sangría. Luchar por aumentos de salarios ya, frenar la aplicación de la flexibilización laboral actual y rechazar la aprobación de la ley que el gobierno acaba de meter en el Congreso.

No podemos esperar que nadie nos resuelva nada. Ningún dirigente sindical, ningún partido político parlamentario o recolector de votos, ninguna institución gubernamental, parlamentaria o judicial… Los problemas de los obreros no los va a solucionar nadie más que los obreros organizados y unidos entre sí y con los sectores del pueblo oprimido.

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