Mientras que los empresarios de algunas ramas productivas y comerciales, comienzan a jugar apuestas con la especulación, los economistas de la burguesía anuncian la creciente y abrupta devaluación, como una nueva situación financiera para las principales empresas y negocios monopólicos íntimamente ligados al valor del dólar. En el día de ayer los medios publicaban que algunos concesionarios de autos, ya cerraron las ventas al público, esperando nuevos precios. Las principales casas de electrodomésticos, sacaron de cartel los precios de sus productos a la espera de nuevos incrementos. Así mismo, también las empresas de turismo, están al acecho. Pero si bien todavía, nada se habla del verdadero efecto que esta medida tendrá en el precio de los productos de la canasta familiar y en el costo de vida, la realidad es que bajaron de un plumazo los salarios de los trabajadores Argentinos. La devaluación, es una medida que se repite una y otra vez a lo largo de nuestra historia, incentivada al ritmo de la anárquica economía capitalista, donde diferentes sectores de la oligarquía financiera, pujan por sacar su mejor tajada a costilla del sudor y la sangre de la clase obrera y el pueblo. Pero si bien podría parecer una receta aplicada de manual, nada de esto es así. Apretado y presionado por la crisis estructural de la economía capitalista, el gobierno de los monopolios, toma una medida de estas características en medio de una tremenda crisis política y fundamentalmente, en donde la clase obrera y el pueblo han acumulado en la lucha, enormes experiencias de enfrentamiento a los planes políticos y económicos de la oligarquía financiera. Una medida que va contra la corriente de la lucha de clases, en momentos donde la lucha salarial se presenta como punta de lanza en el comienzo de este año, frente a la creciente inflación que desde hace tiempo viene golpeando los bolsillos de la clase obrera y el pueblo. En los próximos días comenzaran las calientes discusiones paritarias, donde ya a esta altura no hay ni piso ni techo que pueda encorsetar los inminentes conflictos por aumento salarial. Por lo tanto esta es la nueva situación que se presenta en nuestro país, donde la burguesía intentara someternos aún más, pero que todo dependerá de la capacidad de lucha de la clase obrera y el pueblo y sus destacamentos de vanguardias que puedan enfrentar los planes de empobrecimiento y explotación de la oligarquía financiera.