Este año, la directora ejecutiva de Oxfam Internacional, Winnie Byanyima, ha sido invitada a copresidir la reunión de Davos 2015 presentando en el dramático acontecimiento curiosas estadísticas del propio poder. Lógicamente que el encuentro tiene como objetivo más capitalismo, para nosotros deja a la vista del porqué se necesita más socialismo.
Sobre la base de actualización de los datos de riqueza de Credit Suisse, y las estadísticas de Oxfam de 2014 y Forbes 2014 presentamos:
En 2014, el 1% más rico poseía el 48% de la riqueza mundial, mientras que el 99% restante debía repartirse el 52%.
Prácticamente la totalidad de ese 52% está en manos del 20% más rico de la población mundial, de modo que el 80% restante sólo posee un 5,5% de la riqueza mundial, el porcentaje de riqueza en manos del 1% más rico superará el 50% en 2016.
En el 2010, las 80 personas más ricas del mundo poseían una riqueza neta de 1,3 billones de dólares. En 2014, la riqueza conjunta de las 80 personas que encabezaban la lista Forbes ascendía a 1,9 billones de dólares, lo cual supone un incremento de 600.000 millones de dólares en sólo cuatro años. Mientras tanto, aunque la mitad más pobre de la población mundial incrementó su riqueza total (expresada en dólares estadounidenses) más o menos al mismo ritmo que los milmillonarios entre 2002 y 2010, a partir de ese año su riqueza ha ido reduciéndose.
La riqueza de las 80 personas más ricas del mundo se ha duplicado en términos nominales entre 2009 y 2014, mientras que en 2014 la riqueza en manos del 50% más pobre de la población se ha reducido con respecto a 2009.
Actualmente, estas 80 personas poseen la misma riqueza que el 50% más pobre de la población mundial; esto quiere decir que 3.500 millones de personas comparten la misma cantidad de riqueza que estas 80 personas enormemente ricas En 2010, 388 milmillonarios igualaban en riqueza a la mitad más pobre de la población mundial; en 2014, esta cifra se había reducido a tan sólo 80 milmillonarios En 2014 había 1.645 personas milmillonarias, según la lista Forbes.
En conjunto, la riqueza acumulada por los milmillonarios gracias a estos sectores ha pasado de 1,01 billones a 1,16 billones de dólares en sólo un año, lo cual supone un incremento nominal de 150.000 millones de dólares, o lo que es lo mismo, de un 15%.
En 2013, el sector financiero dedicó más de 400 millones de dólares a actividades de lobby sólo en Estados Unidos, un 12% de la cantidad total destinada por el conjunto de todos los sectores a este tipo de actividades en ese país durante ese año. Además, durante el período de elecciones de 2012, las empresas de este sector dedicaron 571 millones de dólares a contribuir a las campañas de los partidos. El Centre for Responsive Politics ha revelado que el sector financiero es la mayor fuente de contribuciones a las campañas de los partidos y candidatos federales. Los milmillonarios estadounidenses constituyen aproximadamente la mitad del total de milmillonarios con intereses en el sector financiero incluidos en la lista Forbes. El número de milmillonarios estadounidenses relacionados con este sector pasó de 141 a 150, y su riqueza conjunta de 535.000 millones de dólares a 629.000 millones de dólares, lo cual supone un incremento de 94.000 millones de dólares, es decir, de un 17% en un solo año.
En la Unión Europea, se calcula que los lobistas del sector financiero dedican 150 millones de dólares anuales a influir en sus instituciones.
Entre marzo de 2013 y marzo de 2014, el número de milmillonarios de la Unión Europea con actividades e intereses en el sector financiero pasó de 31 a 39, con un incremento de su riqueza conjunta que ascendió a 34.000 millones de dólares, hasta alcanzar los 128.000 millones de dólares.
Se ha calculado que el rescate del sector financiero tuvo para los contribuyentes estadounidenses un coste de 21.000 millones de dólares.
La industria farmacéutica y sanitaria dedica al menos 50 millones de dólares18 anuales a llevar a cabo actividades de lobby en la Unión Europea, donde residen 20 de los 90 milmillonarios que amasaron su fortuna en el sector farmacéutico y que, en conjunto, incrementaron su riqueza en 28.000 millones de dólares el pasado año.
Mientras las empresas farmacéuticas y de salud dedican millones de dólares a actividades de lobby, y las personas vinculadas a dichas empresas ganan también miles de millones, en África Occidental ha estallado una crisis sanitaria. En 2014, el virus del Ébola ha puesto en peligro las vidas y los medios de vida de millones de personas en Guinea, Sierra Leona y Liberia…
Sin palabras que agregar.
En medio de una crisis política estructural se reúnen en Davos lo más concentrado del capital financiero. Es un intento (otro, y van…) de ponerse de acuerdo para marchar a una mayor centralización política del poder y sostener su dominación de clase frente a 7000 mil millones de seres humanos. Como vemos la vida presagia otra cosa, se está cada vez más lejos de centralización política necesaria para sostener tal grado de concentración económica y centralización de capitales. Cada vez más la base material en la cual se apoya el sistema capitalista les exige un estado permanente de guerra interimperialista que necesita embretar a los pueblos del mundo por un camino ciego y cuyo destino incierto para la humanidad está sentado en la ganancia de unos pocos como vemos en estadísticas hechas por el propio poder. Ningún hecho nacional está por fuera de esta disputa y es deber de los revolucionarios enarbolar las banderas de la unidad de la clase obrera y de todo el pueblo contra todas las expresiones que el Estado y sus instituciones nos quieren llevar. Nuestro pueblo genera riquezas y esas riquezas en manos de la administración de todo el pueblo sabrá dirigir sabiamente el desarrollo de la sociedad socialista.