Todas las políticas de la oligarquía financiera chocan con las aspiraciones del pueblo, y aún los artilugios más planificados no pueden engañar los años y años de experiencia de las masas.
Sin duda cada vez que la burguesía tiene que enfrentar las elecciones sienten un gran temor e incertidumbre por ello. Es que su democracia ha quedado expuesta desde hace rato: sólo se reduce a la pornografía electoral que montan de tanto en tanto, a lo que cada vez más las amplias masas le dan la espalda. Por esto se desesperan y buscan entre sus miserias para presentar al personaje que ellos consideran menos impresentable y ver cómo poder despertar, de alguna manera, algún tipo de expectativa en las masas.
En la provincia de Córdoba, el Estado provincial, como el resto de los otros niveles de Estado, está empantanado en una crisis política e institucional sin precedentes. Para graficarlo de alguna manera, se podría decir que las pretensiones presidenciables del gobernador De La Sota, a las masas cordobesas, les causan gracia. Imagínense que si intentaran promocionarlo nuevamente para gobernador, es probable que les sobren dedos de la mano para contar los votos!!! Y allí aparece Martin LLaryola, Ministro de Ia industria de la provincia y ex Intendente de la ciudad de San Francisco.
En la ciudad de San Francisco, al noroeste de la provincia de Córdoba, desde hace unos años han venido construyendo un importante parque industrial que cuenta con decenas de empresas de todo tipo: autopartistas, de equipos electrónicos, agrícolas, metalúrgicos, etc. Empresas monopólicas que encontraron por esos pagos, de la mano de LLaryola, las garantías para sus ganancias. Esta industrialización de la ciudad naturalmente trajo masas de dinero en inversiones que le dieron un gran envión al pueblo que de repente se vio con un gran desarrollo en infraestructura de servicios de energía, agua, caminos; y demanda de mano de obra necesarias para garantizar la producción de las plantas industriales del parque.
Este es el escenario que la burguesía pretende preservar del descrédito generalizado que el Estado provincial y los municipales tienen, y así presentar al ex intendente de San Francisco como el hombre ”sano” de la política que traerá prosperidad a la provincia de Córdoba y por el cual todos los sectores (oficialistas, oposición, de derecha, de izquierda) se disputan a la “joya electoral” de la burguesía en la provincia de Córdoba, tratando, sin éxito, de meter la idea de que el problema son los hombres, incluso hablando de gestiones insalvables las cuales hay que cambiar y olvidar, intentando así proteger a sus instituciones (o por lo menos de desviar el debate).
Pues si las masas entienden que el problema son los hombres la necesidad y los debates son por buscar eternamente esos hombres. Pero si las masas entiendes que son las instituciones las que no sirven, los debates giran en torno a la necesidad de construir nuevas instituciones a partir de la democracia directa para resolver problemas de todos.
Es tan burda la maniobra pretendiendo excluir a esta localidad de la lucha de clases que no llega de ninguna manera a confundir ni a los más desprevenidos. Más allá de las luchas por una u otra reivindicación que se han destacado en esta localidad, aquí la principal característica se refleja de manera sencilla, y es que una determinada masa de trabajadores campesinos raudamente se proletarizan, llevando a las entrañas del pueblo las prácticas e ideología del proletariado en un momento histórico donde la democracia directa está alcanzando un alto grado de desarrollo.