Acerca de la marcha convocada para el día de hoy, nuestro Partido hace conocer su punto de vista sobre la misma y el por qué de su decisión de no apoyarla.
Como ya dijimos en su oportunidad, el caso del fiscal Nisman constituye un escalón más de la profunda crisis política que atraviesa a toda la burguesía argentina. Los hechos posteriores, con la actuación de gobierno, oposición, justicia, medios, etc., han confirmado con creces este análisis; todos están envueltos en un barro del que saldrán más manchados aun de lo que estaban.
La convocatoria a la marcha del día de hoy, constituye un paso más por embretar al pueblo argentino en una pelea que no le es propia. Los llamados a movilizarnos por justicia, democracia, contra la violencia, quieren llevarnos a debatir los efectos y no las causas del fenómeno. La corrupción del Estado, el papel de la “justicia”, el rol de los servicios de inteligencia, la propia muerte del fiscal son producto de la acción de una clase putrefacta que, producto de su propia descomposición, nos invita todos los días a tomar partido por una u otra facción de facinerosos. Como nunca antes en nuestra historia, la burguesía pone por delante sus instituciones para intentar salvarlas del naufragio; entonces, los que defienden la convocatoria lo hacen por la democracia y los que la atacan acusan a los otros de antidemocráticos.
En el medio estamos la inmensa mayoría del pueblo argentino que cotidianamente debemos luchar para que la “democracia” de estos sátrapas no nos terminen matando producto de las condiciones indignas de trabajo, la falta de salud, la inseguridad, la contaminación y las mil y una de las arbitrariedades y catástrofes provocadas por el Estado de los monopolios.
Es falso que hay que salvar a las instituciones de la burguesía para que nuestro país tenga futuro. Hay que derrocar sus instituciones y su clase para ello. Mientras la marcha se prepara, el pueblo de Córdoba nuevamente da muestras de que la organización popular es la única capaz de afrontar las calamidades que los señores burgueses no son capaces ya no de socorrer, sino de prevenir, por causa que “sus instituciones” están preocupadas solamente por defender los negocios del capital.
El camino de la clase obrera y el pueblo es seguir profundizando la movilización popular para terminar con esta clase parasitaria y nunca para rogarles migajas de justicia.