La política burguesa termina las últimos aprontes de su fiesta electoral vestidos de largo y con smoking, y prometiéndole al “soberano” el oro y el moro, en donde algunas, más que promesas, se constituyen en realidad en una verdadera amenaza.
En medio de la “previa” una nueva desgracia cae sobre nuestro pueblo: el temblor sucedido ayer en una franja que va desde Santiago del Estero, Tucumán, Salta y parte de Bolivia, producido por un fenómeno natural de La Grieta de La Lumbrera que recorre esas provincias. La peor parte le tocó a un poblado de Salta llamado Galpón. Los científicos ya habían advertido sobre este fenómeno que, como siempre, todos nos desayunamos cuando las desgracias se producen, lo cual deja al desnudo, una vez más, el estado de indefensión en que se encuentra nuestro pueblo.
Hasta aquí, nada nuevo estamos afirmando, sobre todo si tomamos en cuenta los cientos de flagelos a los que estamos sometidos. Pero las declaraciones del Intendente Romero de la Localidad Galpón de 7.000 habitantes, son más que elocuentes cuando de un plumazo todo salta a la superficie: “Estamos en crisis total. El panorama es desolador. Muy comprometido todo. Es de terror, es muy feo lo que se está viviendo. No sabemos qué hacer: no tenemos bomberos, Defensa Civil no llega, no sabemos cómo actuar, no sabemos cómo nos vamos a manejar en una situación como ésta. Estamos en la calle. No podemos controlar a la gente. Necesitamos policías…” Y prosiguió: “Queremos logística que nos ayude a controlar a la gente. Tenemos daños importantes. Pero no es eso, queremos que nos ayuden a controlar…”
Pero existió u hecho trascendental que el Intendente obvió en sus declaraciones, que los testimonios de los vecinos se encargaron de poner en el centro de la escena, aunque los medios nacionales no lo dicen: “Gracias a la ayuda de la gente de Nitratos Austin que vinieron en autos, camionetas y camiones, y nos auxiliaron.” Esto se refiere a los 300 obreros de una monumental empresa que produce nitrato de amonio, que está a 14 km de la Localidad Galpón. Una clara muestra de solidaridad, de unidad, de actitud de gobierno ante una situación de catástrofe. Una muestra del verdadero poder de la clase obrera que terminó poniendo en blanco sobre negro las conductas sociales.
Esto también es lucha que llena de orgullo a todo el pueblo argentino, a la vez que desnuda la inoperancia de los gobernantes burgueses que prometen hacia adelante, se olvidan del presente sin importarles el tendal que van dejando, y a la hora que las papas queman queda demostrado que solo el pueblo salva al pueblo.