El miércoles 4 de noviembre al mediodía, se presentó el jefe policial por el portón principal del corralón municipal, traía una intimación de desalojo que le otorgaba 6 hs a los trabajadores que mantienen tomado el corralón desde 15 días a la fecha. Pero sabiendo que el grueso de los trabajadores se estaban manifestando en la plaza, dio orden a su tropa de ingresar por detrás rompiendo una puerta y con gases y balas de goma intentaron reducir a unas 20 personas, en su mayoría mujeres que se resistieron, una de estas compañeras se pudo “colar “ por una ventana hacia una oficina desde donde en medio de los gases fotografiaba la represión y la subía a las redes sociales a la vez que alertaba del ataque a sus compañeros que rápidamente llegaron en gran número abortando el desalojo.
El conflicto es por incremento salarial y pase a planta de los contratados El intendente saliente ha firmado un acuerdo que contempla estos reclamos y que ahora desconoce, previo a querer pasar a su planta política como efectivos dejando al grueso de los trabajadores fuera de esta reivindicación- La situación es muy tensa porque los trabajadores en sus reclamos han cortado rutas, han cortado el puente carretero Centenario-Cinco Saltos y también un escrache en la casa del intendente (este denunció que le cortaron la luz y el gas).
Gente que responde al intendente Bertoldi (FPV) habría saboteado la planta cloacal y disminuido la presión de agua potable de la ciudad para que las culpas recayeran sobre los trabajadores en huelga. El intendente anunció como una victoria que la planta cloacal había colapsado, cosa que no ocurrió ya que los trabajadores rápidamente actuaron y dieron a conocer a la población que estaba funcionando. El corralón sigue tomado y la huelga continua.