Una nueva conquista del pueblo en lucha se ha concretado en los pasados días. Esta vez se trata de la expulsión del emprendimiento minero en el Río Blanco de la empresa minera Midais (propiedad del primo del gobernador salteño Juan Manuel Urtubey) que buscaba explotar oro en el cerro Famatina.
Los pueblos del norte Angulos, Campanas y Pituil que con su firme rechazo al emprendimiento, el bloqueo del yacimiento y soportando represiones, persecuciones y encarcelamientos, han hecho honor al ya probado espíritu rebelde de los pobladores del departamento Famatina en su lucha contra la minería contaminante en la región y que ya leva en su “haber” la expulsión de la minera canadiense Barrick Gold en mayo de 2007, el freno a la radicación de la minera china Shandong Gold en 2010 y en el 2013, luego de los tenaces bloqueos de rutas del acceso a la zona y la movilización masiva a la casa de gobierno en la provincia, la canadiense Osisko Mining declinó el intento al no lograr el “consenso social”.
Pero esta nueva conquista se da en un nuevo marco político donde la lucha de los trabajadores y el pueblo ha abierto un nuevo ciclo en el enfrentamiento con los dueños del poder. Estos son tiempos donde cada huelga, cada movilización, cada protesta, aumenta sus contradicciones interburguesas y agudiza su crisis política de dominación. En efecto, el sostenido rechazo de las clases populares a las políticas de la burguesía monopolista y el desarrollo de nuevas instituciones donde en las asambleas la democracia directa gana espacio y se impone, presentándose en los hechos, como alternativa a sus perimidas instituciones ha puesto al poder y sus gobiernos en franca debilidad política a la hora de imponer sus planes de explotación, opresión y rapiña.
Esto ha hecho que los otrora “tiempos electorales” “tiempos engaño” hoy se hayan convertido en un verdadero aquelarre de contradicciones, vacilaciones y dudas en el poder por acción del conjunto del pueblo que les niega la “paz social” para aplicar el ajuste y el disciplinamiento de los trabajadores y el pueblo a sus mezquinos y miserables intereses de clase.
Para profundizar su crisis política y condicionar -gane quien gane las elecciones presidenciales el próximo gobierno- el pueblo y los trabajadores debemos redoblar la lucha por el salario y nuestros derechos políticos, contra las aberraciones contaminantes y antihumanas que propone el capitalismo. Apostar y poner toda la creatividad del pueblo en el desarrollo y ampliación de las organizaciones populares independientes del estado burgués poniendo la unidad como bandera. Instalar en las asambleas la democracia, única metodología que garantiaza el mandato y la acción de las mayorías. Lograremos que no se atrevan a llevar adelante sus planes antipopulares y así daremos un importante paso en el camino de la revolución social.